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Mendilibar: "No he cambiado mi estilo de juego en 29 años"

El técnico de Zaldibar ha cerrado una larga etapa en el Eibar y se encuentra sin equipo. Es un entrenador de la vieja escuela que deja huella allá por donde pasa.

26/05/21 EIBAR RUEDA DE PRENSA DESPEDIDA DE MENDILIBAR
AMAIA ZABALODIARIO AS

Una vez anunciada su marcha del Eibar y con la sinceridad y naturalidad que le caracteriza, José Luis Mendilibar participó en una bonita charla en "Durangaldeko Telebista", en la que aseguró que el descenso había sido "una pena, pero son cosas del fútbol. Hemos disfrutado de seis años en Primera", dijo.

Habla de temas más personales, el de Zaldibar dijo que "no eres entrenador hasta que no te echan de un club. Es jodido, sobre todo la primera vez. Este año ha sido la primera vez que he descendido directamente con un equipo, en cualquier categoría", asumió.

Reconoció que hay factores que le sorprenden en el fútbol de hoy en día. "A veces no entiendo ni yo a los entrenadores que tengo al lado cuando les escucho. Me podéis llamar zoquete, pero mi idea de fútbol no ha cambiado en los 29 años que llevo entrenando".

Dijo que él había sido "un membrillo como jugador. Podía haber jugado en Primera, y por eso me da rabia ver a chavales con condiciones que se quedan en el camino por ser blandos, tímidos o miedosos".

Con su habitual sinceridad, dijo que le hace "gracia eso de que la superioridad te la da el portero empezando desde atrás". Y añadió que "oye, pues genial, que jueguen allí lejos de mi portería, porque si yo la robo voy a estar más cerca".

"Hoy en día se les mete ese estilo de fútbol desde chavalitos. Parece que no existe el juego de cabeza, los despejes en largo... El fútbol son muchas cosas, no solo tocar y tocar", dijo.

Quiso poner un ejemplo, aunque en un principio no quería dar nombres. "Mira, por ejemplo Bryan Gil tiene unas condiciones de la leche, hace cosas que pocos pueden hacer, y aunque le ha costado al final ha aprendido a buscar las segundas jugadas e ir a por los balones sueltos". Mendilibar en su más pura esencia. Se le echará de menos.