La emotiva despedida de Manu con el Alavés
El capitán se despidió de todos reconociendo que ha llorado mucho en los últimos junto a su mujer y a una toalla. "Tenía la sensación de que podía seguir", dice.
Tarde emotiva la vivida en Mendizorroza con la despedida de Manu García. El Gran Capitán se marcha del club cuando pensaba que aún tenía gasolina que ofrecer en el Alavés. Pero se mostró respetuoso con la decisión del club. Es obvio que entre el entrenador y la Dirección Deportiva, se ha decidido no ofrecerle una renovación. Eso deja un poso de amargura en el jugador pero lo asume porque sabe que, tarde o temprano, podía ocurrir.
“Hoy en su día muy importante para mí y trataré de resumir las cosas más importantes que se me pasan por la cabeza. Cuando era niño iba por la grada con mi padre y con mi primo Javi. En 2012 me presentaron como jugador y ya me pregunté entonces cómo sería el final de este camino. Hoy puedo decir que estoy muy orgulloso de lo que he dado por este club. En ningún otro sitio me sentiré nunca como aquí. De Segunda B a Primera, de la grada de Mendi a haber jugado 308 partidos con esta camiseta”, aseguró emocionado y casi conteniendo el llanto.
“He tenido el orgullo de portar el brazalete de capitán durante varias temporadas y me he entregado en cuerpo y alma al equipo de mi vida. Agradecimientos a la afición, a Josean Querejeta con el que siempre he podido discutir el devenir del Glorioso, a los presidentes que he tenido, a las dos Direcciones Deportivas con Javier Zubillaga que me trajo y con Sergio Fernández que me ha valorado en lo personal y en lo profesional. También a todos los técnicos que he tenido y a todos mis compañeros. Les he exigido muchísimo pero nunca más de lo que yo estaba dispuesto a ofrecer. También a los empleados del club y a mis agentes. También a vosotros, a los medios, que me habéis tratado muy bien”, añadió entre aplausos de los presentes. Pero faltaba el recuerdo más emotivo en este viaje.
“A mi familia, a mis padres, a mis hermanas y a mi mujer. Hemos disfrutado mucho de los éxitos pero también ha habido sinsabores que habéis sufrido vosotros y vosotras en primera persona. Estoy orgulloso de ser del Alavés, volveré a la grada. Aúpa Glorioso, aúpa Alavés”, terminó de leer. Manu es una persona con buen verbo pero prefirió apoyarse en un guión escrito para que la emoción no provocara que se olvidara de algo o de alguien. Luego ya atendió a los periodistas sin papel alguno.
Cuestionado sobre los mejores recuerdos, fue contundente. “Hay días especiales como el ascenso a Segunda División, también a Primera, las permanencias, los goles importantes, la salvación en Jaén que, de no haber ganado aquel partido, nos íbamos a Segunda B, la final de Copa del Rey de 2017 contra el Barcelona en el Calderón... son todas fotos importantes en mi vida y pienso que no hace falta ordenarlas ahora. Durante todo este tiempo miras hacia atrás y creo que, con el paso de los años, miraremos las cosas de otra manera. Estoy abrumado por las muestras de cariño en las últimas horas. El Manu que llegó es muy diferente al que ahora deja el club. Me alegro mucho de dejar al equipo en Primera, eso era lo que más quebraderos de cabeza me dejaba”, aseguró convencido.
Manu ha sido el jugador que marcaba la pauta en el vestuario, el que aconsejaba a los jóvenes y el que intentaba inculcar a los nuevos lo que supone ser albiazul. “Mi sentimiento sobre el club era muy grande porque me viene desde niño. Hemos tenido vestuarios muy buenos y eso también ha ayudado. Los momentos duros que han terminado con éxito también fortalecen al grupo. Yo siempre he hecho lo posible por ayudar al grupo”, comentó.
Hubo un momento en el que brotó un poco de amargura en las palabras del Gran Capitán. “Yo tenía internamente la sensación de que iba a continuar el año que viene en el Alavés pero entiendo que los que toman las decisiones tienen sus justificaciones y hay que aceptarlas. Han sido unos días duros, tristes, he llorado y lo he hecho junto a mi mujer y con una toalla entre los dos. Me sentía con fuerzas para seguir representando al club de mi vida pero los que tienen que tomar decisiones deben de ser respetados”, señaló con deportividad.
Llegarán nuevos capitanes al Alavés y Manu tiene claro quienes tienen que ser sus sucesores. “Ese brazalete es ahora para Pacheco y para Laguardia, con los que he compartido capitanía en las últimas temporadas. Ya me han demostrado que están a la altura. Luego detrás viene Martín que siente el club de forma similar a mí, porque ha mamado el Alavés desde crio. Sí el quiere, superará todos los registros. También en su día hubo gente como Sendoa, Toquero o Beobide que veían el fútbol y el compromiso con valores parecidos a los míos. Estos valores no son los únicos para alcanzar el éxito pero son los que he tenido yo y también gente como ellos”.
Manu ha sido un jugador observado con lupa. Cuando las cosas iban mal, era el que paseaba por la calle con su familia, el que se paraba a hablar con los aficionados y el que daba la cara. Era de casa y tenía que pagar ese peaje en los momentos complicados. “Ha sido duro y difícil. En mi primera etapa me negaba a dejar de hacer actividades por ser jugador del Alavés, pero luego las cosas sí cambiaron un poco. Llevar el brazalete me ha afectado a mí y a mi familia, ha sido muy intenso. Lo he disfrutado en los momentos buenos pero también lo he sufrido cuando las cosas no iban tan bien. Menos mal que me ha pillado en una época de madurez y creo que lo he llevado bastante bien dentro de lo que cabe”, dijo convencido.
García tiene 35 años pero no va a colgar las botas. En ese sentido, hizo saber que “quiero seguir jugando durante alguna temporada más y tengo que decir que vengo de una temporada que ha terminado con un premio tremendo que fue el del partido del Elche. Tenía ganas de reivindicarme y creo que aquel día lo hice, para mí fue el momento más feliz de la temporada. Ahora tengo que esperar, que valorar todas las situaciones pero tengo claro que todavía puedo dejar algo en este deporte. Ojalá haya más gasteiztarras próximamente en el equipo aunque también existen futbolistas que lo viven y que lo sufren como yo aunque no hayan nacido en esta ciudad. El trabajo de base hay que hacerlo con tiempo y con implicación. El reto del primer equipo es continuar en la máxima categoría y pienso que, con seis años seguidos en Primera, estamos ante el mejor momento de la historia del Alavés. Gozamos de salud, hay que tomar las decisiones con reflexión para seguir generando ingresos en Primera y poder montar una estructura estable. Ojalá termine la pandemia y que la afición pueda volver al estadio”, sugirió.
Cuestionado sobre cómo se comportaría si tiene que visitar Mendizorroza como jugador visitante, también lo tuvo claro. “Si vengo aquí, no voy a ceder un milímetro y lo daré todo porque ese es mi estilo, no concibo el fútbol y la vida de otra manera. También será un especial para mí porque es el club de mi vida. ¿Dónde estaremos dentro de diez años? Es imposible saberlo como, diez años atrás, no se podía adelantar dónde estaríamos ahora”, sentenció.
El presidente, Alfonso Fernández de Trocóniz, también tomó la palabra. “Ésta es y será siempre tu casa. Las muestras de apoyo que se han visto en las últimas horas demuestran que sales por la puerta grande. La pena es que no te hayas podido despedir de la afición en Mendizorroza pero ese “debe” se va a corregir cuando se pueda. Por eso el club te concede el mayor galardón de la entidad, la insignia de oro y brillantes. Estoy seguro que, tarde o temprano, nos volveremos a encontrar”, comentó el máximo mandatario aunque el que tiene la última palabra siempre es el propietario, Josean Querejeta con el que Manu tiene mucha empatía. Lo normal es que, tarde o temprano, vuelva a la entidad del Paseo de Cervantes en uno u otro cargo. Es como Raúl en el Real Madrid o Piqué en el Barcelona.
El Director Deportivo del Alavés, Sergio Fernández, también dedicó unas palabras laudatorias al centrocampista vitoriano. “Posiblemente sea la rueda de prensa más complicada que me haya tocado vivir en mi vida personal y profesional. Te envío un mensaje de gratitud eterna porque gente como tú me han inoculado lo que es ser de verdad del Alavés. Esperemos que dentro de poco podamos reencontrarnos de una u otra manera”, concluyó. La comparecencia terminó con todos los presentes puestos de pie ovacionando a una leyenda albiazul que ha encadenado nueve años en la entidad de forma consecutiva.