Dani Castellano ve la luz al final del túnel
El capitán amarillo regresó a los terrenos de juego ante el Sporting con unos minutos en la segunda mitad, tras casi dos meses de ausencia.
Volvió la sonrisa de Dani Castellano a pisar el verde el pasado jueves en el Molinón después de muchas semanas sin poder ayudar al equipo. El gemelo, uno de los capitanes de la nave amarilla no podía defender la camiseta que tanto quiere desde el pasado 28 de marzo, cuando tuvo que retirarse en camilla del partido contra el Tenerife, jugado en el Heliodoro Rodríguez López, tras una fuerte contusión pulmonar que le provocó incluso vómitos con sangre sobre el mismo césped. A partir de ahí, el COVID-19 se unió al infortunio y hasta el pasado encuentro ante el Zaragoza no estuvo de regreso en una convocatoria.
Desde el último derbi, como decimos, no disputaba un encuentro de liga el bueno de Dani Castellano. Corría el minuto 60 de partido cuando Shaq Moore lanzaba un centro desde su banda que impactaba de lleno en su costado. Tras un primer golpe, el futbolista amarillo caía desplomado al suelo del dolor, se apoyaba con las rodillas en el césped y, cuando parecía que se iba a incorporar comenzaba a expulsar sangre por la nariz y la boca y caía de nuevo al suelo. Susto e incertidumbre se apoderaron del momento hasta que Dani, ya apoyado en la camilla en posición de seguridad levantaba su pulgar en señal de que todo estaba bien. Finalmente, todo quedó en su susto y, tras las pruebas realizadas en la isla vecina, que le hicieron pasar la noche allá, se diagnosticó una fuerte contusión pulmonar.
Aquello, en un primer momento, hacía pensar que le tendría una semana de baja, como mucho, para que reposara, pero, cinco días después, el 2 de abril, la UD nos anunciaba que el virus volvía a atacar a la plantilla y, encima, le tocaba también a Dani, por lo que debía guardar la cuarentena obligatoria posterior, que le mantuvo fuera de la dinámica de la plantilla hasta el pasado 27 de abril, cuando ya regresó a los entrenamientos con sus compañeros. En definitiva, un mes de baja, con la correspondiente pérdida de ritmo competitivo y las posibles secuelas del virus que hemos visto en compañeros suyos como Rober, lesionado muscularmente otra vez por ello, Pejiño, Araujo en el pasado, etc. Toda una incógnita su vuelta e, incluso, podía esperarse que se perdiera el resto de la temporada.
Sin embargo, en poco más de quince días de su regresó al trabajo grupal, el capitán completó la convocatoria frente al Zaragoza y, ante la baja por paternidad de Benito frente al Sporting, saltó al terreno de juego en el minuto 57 por Jonathan Silva, que esta vez le ganó la partida en la lucha por la titularidad, algo que posiblemente no sea así ante el Albacete el próximo lunes.
De esta forma, lo que parecía que el virus le arrebataría acabando la temporada desde la grada, con su trabajo sordo e invisible, puede que acabe con el capitán en el once en los dos últimos encuentros de la campaña frente a los manchegos y al Logroñés. Treinta y tres años y promete seguir dando guerra un año más, al igual que su hermano Javi.
Séptimo positivo de la plantilla
Dani Castellano fue el séptimo jugador del equipo en dar positivo. Se sumó en su día a la lista de compañeros que han pasado la enfermedad que comenzó su hermano Javi y que ha tenido, hasta ahora, los casos de Athuman, Óscar Clemente, Rober, Jonathan Silva y Araujo, además de 'Turu' Flores, integrante del cuerpo técnico amarillo. Por el momento, no se han confirmado más casos.
Estadísticas esta temporada
De momento, y tras superar molestias físicas diversas, más este mes de baja por el COVID-19, Dani Castellano ofrece una estadística de 22 partidos jugados, 20 de ellos como titular, con 1.678 minutos jugados y una asistencia de gol. Este año le ganó la batalla en el lateral a un imberbe y, ante su ausencia, Pepe Mel ha tenido que reconvertir a Benito Ramírez en dicha posición durante estas semanas.