El Rayo se crece en la presión
Los franjirrojos golearon al Oviedo y siguen vivos en la pelea por la sexta plaza. Santi adelantó a los locales, Leschuk empató y después abrieron brecha Isi, Qasmi y Lucas, en propia puerta.
No se arrugó el Rayo, pese al órdago de Girona y Sporting. Sus rivales ganaron y la Franja se creció en el momento crucial, goleando a un Oviedo desdibujado por las bajas y el deber ya cumplido. Los madrileños siguen vivos (muy vivos) en la pelea por el playoff gracias a este triunfo balsámico. Sólo el goal average los deja séptimos y fuera de la promoción, pero con dos finales por delante (Castellón y Lugo), la sensación es de que no hay imposibles. Los vallecanos se adelantaron gracias a Comesaña y los fantasmas del pasado asomaron con el empate de Leschuk, pero Isi, Qasmi y Lucas, este último en propia puerta, certificaron una victoria vital para seguir aspirando a la sexta plaza.
El Rayo se subió al partido consciente de los triunfos de Girona y Sporting, con ímpetu y prisas, con la posesión y Álvaro buscando a Qasmi. Precisamente así se fraguó la primera llegada de los locales, aunque el franco-marroquí erró en el control y el balón se perdió fuera. Y como el que avisa no es traidor, no tardó en llegar el gol, por el flanco izquierdo. Los García hicieron de las suyas. Fran se la dejó a Álvaro para que éste le pusiera un exquisito centro a Comesaña que lo cazó, sin dejarlo caer, desde el segundo palo y firmó el 1-0.
El Oviedo se manifestó al cuarto de hora con un testarazo de Leschuk, que Luca —la principal novedad del once de Iraola— mandó a córner. Algo anecdótico porque los franjirrojos seguían con su monólogo, sin dejarle meter baza. Un misil de Óscar Valentín se marchó alto, al igual que un remate de Saveljich a la media vuelta, tras un córner. Volvió a aparecer el central montenegrino para cabecear otro saque de esquina y pocos barruntaban lo que estaba a punto de pasar... Saltó la liebre. Femenías sacó en largo hacia Borja Valle, que la peinó y Leschuk controló y recortó a Catena y Advíncula antes de poner el empate.
Un jarro de agua fría para los vallecanos que salieron como un resorte a por los tres puntos. El Rayo trataba de rebelarse ante la misma historia de siempre, ante el mismo final de siempre, con Trejo como faro. Álvaro, Qasmi... merodeaban la portería de Femenías, pero fue Isi quien se adjudicó el 2-1. El pichichi franjirrojo enganchó un rechace desde la frontal y un rival desvió su zurdazo lo suficiente para que el meta visitante no pudiera hacer nada. Sin embargo, no todo estaba dicho. Edgar le propinaba una patada (clara, pero involuntaria) a Fran García dentro del área y Galech Apezteguía decretaba penalti tras revisar la acción en el monitor. No falló Qasmi desde los once metros y confirmó que los locales son infalibles en las penas máximas (siete de siete).
Los anfitriones mantuvieron la posesión, pero variaron el ritmo, más pausado, menos frenético. La prioridad ahora era controlar los tiempos para no perder la ventaja. Los carbayones apenas intimidaban y si lo hacían era a balón parado, hasta que ellos mismos se hicieron el harakiri. Lucas intentó cortar un centro de Álvaro hacia Isi y puso el definitivo 4-1. Leschuk mandó un disparo a las manoplas de Luca en una última ocasión del Oviedo. Esta vez el Rayo no se enmarañó en lo factible y rebajó las dosis habituales de sufrimiento, aferrándose a la vida sin quitársela a su gente... El playoff sigue ahí y la Franja, también.