La EuroReal hunde a un desastroso Real Valladolid
Goleada de los txuri-urdin liderados por un soberbio Isak ante un Pucela que se pegó un tiro en el pie y que se queda al borde del descenso
Se jugaba la vida el Valladolid y Europa la Real. Uno podría pensar que quizá tenía más en juego el equipo pucelano, que debía salir a morder y comerse al equipo txuri-urdin para apurar sus opciones de permanencia, y en un principio ese parecía ser el guión. Kenan Kodro tuvo dos opciones nada más arrancar el partido, pero no dio con la portería realista. Y poco a poco, la Real empezó a venirse arriba liderada por un soberbio Alexander Isak, al que los jugones que le flanqueaban le encontraban gracias a los agujeros tremendos que empezó a dejar el Valladolid en su defensa.
Primero fue David Silva el que encontró al ‘Txipiron’ sueco, que con un tiro con rosca no perdonó a Masip. Empezaba la perdición para los de Pucela. Porque en la siguiente jugada era Oyarzabal quien encontraba otro socavón en la zaga vallisoletana para que Isak cruzara ante la salida de Masip. Con el Valladolid totalmente superado, con una actuación desastrosa, la Real olía la sangre y se lanzaba a por la Europa League. David Silva aprovechaba otro error defensivo del Valladolid y fusilaba casi sin ángulo desde dentro del área pequeña a Masip para hacer el tercero. Fiesta con sabor europeo txuri-urdin y desastre del Valladolid, que no reaccionaba y se encaminaba de forma inexorable hacía la Segunda división. En ese momento, estaba descendido y totalmente hundido. Y entonces llegaba el cuarto de la Real, Januzaj de penalti cometido sobre, como no, Isak, cuando se prestaba a marcar desde dentro del área. Así llegaba el descenso, en medio de un festival de la Real y una actuación impropia de un equipo que quiere mantenerse en Primera.
Isak se quedó en el vestuario en el descanso. Con el partido resuelto, Imanol no se la quería jugar. Portu salía al tapete para meter velocidad al ataque de la Real. El delantero de Beniel marcó la manita, pero estaba ligeramente adelantado y el VAR lo anulaba. Sergio González metía un triple cambio buscando la reacción de su equipo, pero la Real seguía dominando y la sensación es que jugaba muy cómodo. El Valladolid estaba en Segunda. No parecía que lo de Anoeta le fuera a salvar, así que tocaba esperar un milagro de otro campo. Llego en el Villamarin con el gol del Betis, que le daba una vida extra, porque ya no volvía descendido de San Sebastián a Valladolid. Y entonces, como si notara ese plus de energía, el equipo vallisoletano reaccionó y marcó el gol de la honrilla, obra de Marcos André. Con el carrusel de cambios de Imanol, la Real bajaba sus prestaciones, también quitaba el pie del acelerador, Januzaj se marchaba para evitar males mayores... y el Valladolid tenía alguna opción más para marcar el segundo, aunque también Oyarzabal pudo marcar el quinto realista en una contra que salvo no supo concretar. Al final, victoria brillante y cómoda de una Real muy superior a un Valladolid que completó una primera parte absolutamente lamentablemente.