El Espanyol detiene el reloj de su racha 103 días después
"No estuvimos al nivel", comentó Óscar Gil, después de que los blanquiazules perdieran ante el Cartagena 15 encuentros después de su última derrota.
Entre las dos últimas derrotas del Espanyol hay un ascenso, impulsado por una racha victoriosa, la mejor de su historia, en la que los blanquiazules han hilado 15 encuentros sin perder (nueve victorias y seis empates) y han cumplido con el cometido del curso, que no era otra que regresar a Primera División. Pero ante el Cartagena el conjunto perico se estrelló por sus propios errores y por esa "inconsciencia" de sentirse ya con el deber hecho y bajar la guardia. 103 días después, el conjunto de Vicente Moreno, autor del término, volvió a perder.
"No pudimos dar el nivel, este club merece dar el máximo siempre. Hay que revertirlo el martes. No seguimos la línea, no estuvimos al nivel habitual", dijo claramente Óscar Gil, titular en el lateral derecho, frenado en ataque por un rival que tuvo más chispa y acierto, como también apunta Leandro Cabrera, que lanzó un mensaje más positivo: "La carambola del primer gol marca al inicio y luego el palo no nos ayudó, pero no hay que reprocharle nada al equipo. El sprint final fue espectacular, no termina aquí, tenemos el reto de ser campeones. Esto resultado no nos hará daño".
Con el ascenso en el zurrón, el equipo blanquiazul afronta los tres últimos encuentros del curso con el reto de superar los 80 puntos pera completar una de las mejores puntuaciones de la historia de la categoría (el récord, ya inalcanzable, es del Deportivo, con 91 puntos) y asegurarse el título de campeón de LaLiga SmartBank, algo que solamente consiguieron los blanquiazules en una ocasión, con José Antonio Camacho en la campaña 1993-94.
Cabrera, un capitán de estreno
La ausencia de Diego López por primera vez en la temporada y la de David López por precaución, como comentó el técnico después del encuentro, hizo posible que Leandro Cabrera se estrenara como capitán del Espanyol en la competición liguero. El central llegó al equipo blanquiazul en enero de 2020, pero en menos de un año y medio se ha convertido en uno de los jugadores más jerárquicos del vestuario por su experiencia y carácter.
"Me eligieron los compañeros, solo puedo lucirlo con orgullo", se limitó a decir después del encuentro a modo anecdótico. El uruguayo fue de nuevo el futbolista más seguro de una defensa que encajó dos goles, algo que no ocurría desde el 2-2 ante el Mirandés el 13 de marzo, quizás uno de los encuentros más flojos de los blanquiazules en una campaña excelente a la espera de poner la guinda con un título que no debería escaparse.