Adiós a la pelea por la Liga tras once jornadas de ilusión
El Sevilla se queda sin opciones matemáticas de lograr el título tras sumar 26 de los 33 puntos disputados tras ser eliminado de la Champions
La victoria del Atlético de Madrid sobre la Real Sociedad dejó definitivamente al Sevilla sin opciones matemáticas de ganar la Liga. Un sueño alimentado, precisamente, tras la victoria sobre los colchoneros en el Ramón Sánchez Pizjuán hace poco más de un mes y que colocaba a los de Lopetegui a ocho puntos del liderato y dejaba prácticamente sellada la cuarta plaza, objetivo prioritario e ineludible de la temporada.
El sueño se empezó a desvanecer con la derrota ante el Athletic de hace diez días y pareció terminar de esfumarse el domingo ante el Real Madrid. Sin embargo, el pinchazo del Barcelona ante el Levante y el triunfo sevillista ante el Valencia despertó las cuentas de la lechera y los “y si...” entre el sevillismo. Pero el Atlético hizo los deberes ante la Real y el cuento se acabó.
Desde que fuera eliminado por el Borussia Dortmund de la Champions, el Sevilla ha sumado 26 de los 33 puntos disputados, ganando ocho partidos, empatando dos y perdiendo únicamente uno. Números que no dan para ganar el título pero sí para seguir peleando por un puesto en el podio, además de los récords personales que al equipo le restan. Ganando al Valencia se llegó a las 23 victorias en la Liga, cifra máxima de triunfos en una temporada que iguala los logrados por el Sevilla de la 14/15. Dicho Sevilla, es el equipo que ostenta el récord de puntuación, con 76, cifra que el actual equipo de Lopetegui está en condiciones de superar puesto que suma 74.
Pero lo que no se le puede achacar al Sevilla es no haber despertado la ilusión de su parroquia. Un equipo prácticamente sin vacaciones, que comenzó la temporada sufriendo el varapalo de perder la Supercopa de Europa en la prórroga, que en una semana cayó eliminado de la Champions y de la semifinal de la Copa del Rey, fallando un penalti en ésta última y recibiendo el gol que forzaba la prórroga en la última jugada del partido y que se levantó para hacer soñar a los suyos, y provocar pesadillas en los rivales, con la posibilidad de ganar la Liga.
Ahora, sólo resta que la profecía de Monchi se siga cumpliendo de la mano de Lopetegui: "Seguiremos molestando, hemos venido para quedarnos".