La apuesta de Abramovich también por la sección femenina
El Chelsea protagonizó este verano el fichaje más caro de la historia pagando 350 mil euros por Harder al Wolfsburgo. También consiguió la llegada de la goleadora Sam Kerr o Leupolz
Roman Abramovich llegó al Chelsea para convertir la conjunto londinense en uno de los mejores del mundo. Y no sólo quería hacerlo con el equipo masculino, sino también con el femenino. Su apuesta ha sido a lo grande para que el club blue sea el primero en conseguir la Champions masculina y femenina. Y, por qué no, el gran sueño de que esto suceda en el mismo año. Esta temporada es posible...
Emma Hayes recibió hace unos días una llamada del magnate ruso para felicitarla por el título de la WSL. El segundo consecutivo. También ha ganado la Copa de la Liga y quiere sellar su hegemonía en Inglaterra con la Copa FA. Un triplete al que quiere sumar la Champions, un título que sólo ha ganado un club inglés, el Arsenal, y fue en 2006. El equipo londinense se ha convertido en los últimos años en uno de los mejores equipos de su país y, poco a poco, de Europa. Ha ganado cuatro de las últimas seis ligas, dos Copas FA y dos Copas de la liga en ese tiempo. En la temporada 2017-18 y 2018-19 llegó a semifinales de Champions pero, un mal cuso (quedó tercera en liga) les privó de jugar la competición europea en 2019-20. Este año, con una gran apuesta, llega para ganar.
El fichaje más caro de la historia del fútbol femenino
El Chelsea tenía una buena base, pero le faltaba algo. Un salto de calidad. Una jugadora diferencial. Y en vez de una se trajeron a dos. Primero consiguió hacerse con los servicios de Sam Kerr. La australiana era el deseo de media Europa cuando dijo que dejaría la NWSL americana en busca de una nueva aventura. Y el Chelsea, a pesar de no jugar en Europa, le convenció para que llegase en el mercado invernal de 2019-20. Una goleadora única capaz de marcar cualquier balón que se le acerque en el área, pero también capaz de fabricarse ella misma sus goles.
No contentos con la llegada de Kerr, el Chelsea se lanzó a por la guinda de su pastel, Pernille Harder. La danesa, hasta este mismo verano en las filas del Wolfsburgo, quería un proyecto para levantar de una vez esa Champions que se le resiste. Y encontró el lugar idóneo en Londres. El Chelsea pagó 350 mil euros por ella, dejando claro que no iba de farol cuando dijo que apostaría fuerte por la sección femenina y firmó a una de las mejores jugadoras del planeta. Y, para apuntalar el equipo, se trajo a la internacional alemana Leupolz. Con una base ya clara y jugadoras de la talla de Kirby, Eriksson, Berger, Ji So o England, el Abramovich quiere dominar no sólo Inglaterra