Las horas más bajas de Sergi Roberto en el Barça
Vive su peor momento desde que está en el club, con la renovación pendiente. Ha sufrido dos lesiones importantes durante la temporada y ha perdido toda la confianza en su fútbol.
Sergi Roberto (7-2-1992) vive sus horas más bajas desde que es jugador del Barça. Su demostración de debilidad defensiva contra el Levante fue la prueba de su actual falta de autoestima. Es un jugador perdido que venía de jugar un partido espantoso contra el Granada en la posición de carrilero y lo completó con su extravío en la posición de tercer central en el Ciutat de Valencia. La lesión de Araújo terminó por ser una condena para Koeman, que se equivocó en el recambio; y para el mismo Sergi Roberto, que no supo dónde colocarse nunca en el campo, perdió balones, duelos, y terminó por marcharse lesionado y derrotado. Una imagen dura en un jugador de la casa, actual cuarto capitán, que siempre ha sido un ejemplo de comportamiento y ha sido de los más queridos. Pero que vive un momento deportivo bajísimo.
Desde que Guardiola lo hizo debutar en la temporada 2010-11, Sergi Roberto había sido un ejemplo de regularidad y su trayectoria no había atravesado un valle así. Resulta paradójico, porque Sergi Roberto empezó la temporada a un nivel tan alto (gol en Vigo incluido) que Luis Enrique lo llamó de vuelta para la Selección. Sergi Roberto jugó las dos últimas jornadas de la Nations League y fue titular el 17 de noviembre contra Alemania (6-0). Cuatro días, después, en el Wanda, se produjo una rotura en el recto femoral de la pierna derecha. Desde entonces, la temporada del jugador de Reus ha sido una pesadilla, COVID incluido en el mes de diciembre. A finales de enero, Sergi Roberto se volvió a romper contra el Granada en los cuartos de final de la Copa del Rey. Regresó en el Clásico, pero es un jugador sin ningune fe en sí mismo. Ha perdido energía en el juego ofensivo y, sobre todo, fuerza, fe y confianza en defensa. De ser un jugador desbordante, a desbordado.
Sergi Roberto termina contrato dentro de un año. Su representante, Josep Maria Orobigt, va dejando caer en su círculo más íntimo que su jugador no aceptará la oferta del club, que no quiere presentarle una propuesta que se extienda más allá de 2023, visto el rendimiento en los últimos tiempos. A punto de marcharse la temporada pasada, puede que el ciclo del jugador como azulgrana haya terminado. Pero lo urgente para el futbolista, que ha perdido sus opciones de estar en la Eurocopa salvo sorpresa morrocotuda, es recuperar el nivel que un día tuvo. Son sus horas más bajas en el Barça.