El Atleti B, al borde del abismo
El fiilal rojiblanco no pudo ganar al Villarrubia. Se adelantó dos veces en el marcador, pero la fe del equipo visitante le dio premio.
El Atlético no pudo con el Villarrubia y se complica su existencia de cara a este final de temporada. El equipo madrileño necesita ganar los dos próximos partidos para no descender a Tercera Federación (quinta categoría del fútbol español), lo que sería la culminación para una campaña catastrófica del filial rojiblanco.
El Atlético B fue prisionero de los nervios durante gran parte del partido. Logró lo más complicado, adelantarse dos veces en el marcador, pero no pudo aguantar el resultado. Con 2-2 y con el equipo volcado, Camello, en un par de ocasiones, y Giuliano tuvieron el 3-2 en sus botas. Pero tampoco tiene fortuna el Atlético B. El Villarrubia hizo su trabajo: bien plantado y con fe en igualar el choque. Al final cometió errores en la salida de balón que pudo costarle caro. Pero esa convicción en que podía puntuar hizo que sobreviviera en un encuentro complicado.
El Atlético tuvo el dominio del juego durante la primera mitad pero careció de profundidad. Los rojiblancos se mostraron muy nerviosos e imprecisos a la hora del pase, aunque en la recta final de ese primer período sí llegaron con peligro. Camello, con un buen tiro, y Soriano, con un disparo al palo, pudieron adelantar al filial rojiblanco. El Villarrubia, por el contrario, estuvo tranquilo, bien agazapado, cerrando las bandas e intentando salir a la contra. Pudo marcar Seoane, pero su tiro salió cruzado. Justo antes del descanso llegó lo más destacado, con el penalti transformado por Giuliano y el posterior empate de Homet, en la última jugada antes de que el colegiado pitara la conclusión del primer tiempo. Al Atlético, al que le cuesta un mundo hacer un gol, le duró la alegría dos minutos.
Tras la reanudación, gol de Ricard y el partido con un guión diferente: el conjunto visitante con la pelota y con la necesidad de marcar. Perdonó el 3-1 el filial y empató el Villarrubia en una falta. El arreón final del Atlético B no tuvo el premio del triunfo. En el segundo equipo rojiblanco tampoco sobra el gol. Y eso le penaliza.