La Real ya saborea Europa
Victoria sufrida de los txuri-urdin con goles de Elustondo y Oyarzabal. El Elche, penalizando al tener que jugar con uno menos desde el minuto diez.
La Real Sociedad ya saborea su clasificación para volver a jugar en Europa la próxima temporada con su sufrida victoria en el Reale Arena contra el Elche, que se queda en una situación más delicada y casi ya sin opción de fallo en los tres partidos que quedan para terminar la liga. El choque lo decidió un gol del actor más inesperado, Elustondo, que con un cabezazo inapelable derribó el muro defensivo del Elche. La semana pasada el beasaindarra costó un punto con un mal despeje de cabeza, y esta jornada ha sido clave para sumar tres vitales. Así es el fútbol. Oyarzabal rubricó la victoria con el tiempo cumplido al culminar de forma brillante un gran contragolpe. El Elche ya había arrojado prácticamente la toalla, por el tremendo esfuerzo que había hecho al verse penalizado por jugar con diez jugadores desde el minuto diez por la rigurosa expulsión de Raúl Guti. Y eso tampoco se puede obviar, porque condicionó el choque de forma clara. Cada uno tendrá que sacar sus conclusiones si esa entrada era como para que el VAR entrara a rearbitrar una acción que el colegiado pasó por alto. Pero la realidad es que resultó clave y penalizó a un equipo que lucha de forma agónica por la salvación, aunque su plan con diez o con once parecía desde el principio encaminado sobre todo a defenderse.
El partido comenzó con el guion esperado. La Real Sociedad tomó el mando de las operaciones nada más pitar el colegiado el inicio, mientras que el Elche esperaba replegado con hasta seis jugadores en el borde del área esperando alguna arrancada de Josan, Pete Milla o Raúl Guti, en busca de que Lucas Boyé con si potencia pudiera cazar alguna arriba. Fue Oyarzabal el primero en avisar con una condición repleta de peligro por el centro que terminó con un tímido disparo desde dentro del área que atrapó Gazzaniga sin problemas. Después Josan pidió un penalti inexistente de Le Normand, en una de esas jugadas ridículas que retratan al jugador. Seguro que cuando la vea en la tele Josan se arrepiente de haber pedido pena máxima.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Estaba la Real dominando con claridad y el Elche defendiéndose con seguridad, y con bastante dureza... cuando llegó la jugada que marcaría el resto del encuentro. En una acción por la derecha de los donostiarras, Gorosabel enviaba un balón largo para Januzaj, y en su intento de despejar Raul Guti, golpeaba con la plancha en el tobillo del lateral de Arrasate, al que la entrada le hacía mucho daño porque su grito de dolor se escuchó desde las cabinas de radio. Cordero Vega no vio peligrosidad, pero Figueroa Vázquez desde la sala VOR le advirtió de la dureza de la entrada y le conminó a que fuera al VAR para ver la acción repetida. Antes, le había sacado solo amarilla, pero se lo pensó dos veces y le expulsó con roja directa. El Elche se quedaba con diez en el minuto diez. El dominio de la Real se hacía más exagerado. Y empezaron a llegar las ocasiones, todas con el mismo final, balón por encima de la portería de Gazzaniga. Primero fue Silva en una buena acción personal tras pase de Januzaj. Después fue Isak en una dejada de Oyarzabal. También la tuvo por partida doble Le Nornand. Y Monreal fue quien por fin metió la pelota a la portería ilicitana tras resolver una jugada embarullada dentro del área. Si gol fue anulado por fuera de juego en el origen de la jugada. El VAR volvía a tener protagonismo. Y fue el ‘culpable’ de que el partido se fuera con las porterías inéditas al descanso. Pero el empate servía de poco a unos y otros.
Tras el descanso, la partitura no cambió ni un ápice. Es más, se podría decir que las intenciones de ambos equipos quedaron todavía más claras. Por si había dudas. Escribá quitó a Fidel para meter a Marcone, fiándolo todo al empate, penalizado por tener que jugar con un jugador menos casi todo el partido. E Imanol no arriesgó con Guevara, que había visto amarilla, y puso a Zubimendi sobre el tapete. Y fue más al ataque con la salida de Barrenetxea. La idea era clara. Dos hombres bien abiertos, con Januzaj por la derecha, para que Oyarzabal y Silva salsearan por dentro. La Real llegaba cada vez más a la portería defendida por Gazzaniga, pero tenía la puntería totalmente torcida. Pasaban los minutos y los donostiarras se enredaban en la tela de araña que había tejido el Elche delante de su área. Los realistas se empezaban a desesperar y los ilicitanos empezaban a creer que su plan podía salir bien. Pero entonces apareció Elustondo. Con él no contaba el Elche. Córner botado por Januzaj desde la izquierda y el central de Beasain entraba como un obús para mandar con la cabeza un misil al fondo de la portería de Gazzaniga. Nada podía hacer el portero argentino.
Comenzaba un partido nuevo, porque al Elche ya no le valía con esperar atrás bien juntito y ordenado. Y la Real le esperaba con los dientes afilados, porque con espacios a la espalda de la defensa rival. Piatti y Guido Carrillo aparecían en escena. Algo intentaba cocer Escribá. Pero Imanol tenía bien trabajado también aspecto defensivo. El resultado provocaba incertidumbre y permitía creer a un Elche, que seguía dominado por una Real que no aceleró porque la gasolina no se lo permite. En vez de correr decidió protegerse con la pelota, defenderse con la posesión, para ir minando la moral del rival. Solo Barrenetxea cambiaba algo el ritmo. Los ilicitanos intentaban cambiar el ritmo, aunque quizá era demasiado tarde; y la Real trataba de dormir el partido para aguantar el suculento botín que tenía en sus manos. Pero con el tiempo ya casi cumplido, el Elche se despistó, dejó correr a los donostiarras, que se permitieron un último esfuerzo para culminar una contra llevada por Gorosabel y Bautista, y culminada de forma brillante con un tremendo disparo de Oyarzabal. Era el epílogo del partido, el mejor resumen. La Real lo buscó más, el Elche no pudo hacer más que defenderse, condicionado por la expulsión a los diez minutos.