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Huesca HUE
1
Elustondo 86' (pp)
Finalizado

HUESCA 1 - REAL SOCIEDAD 0

Sandro da vida al Huesca y ajusticia a una pobre Real

El canario, exrealista, decidió al final con una falta lateral que Aritz Elustondo se metió en su portería. Gol falta para la Real. Los oscenses respiran. Los realistas suspiran.

Tenía que pasar. Toda la semana recordando en San Sebastián que Sandro no fue capaz de marcar un solo gol cuando estaba en la Real. Y tanto mentar a la bicha que al final... pues al final el canario te ajusticia. Su gol de falta, con la colaboración inestimable de la zaga realista, da vida a un Huesca que respira y saca la cabeza de los puestos de peligro con esta victoria en El Alcoraz por la mínima. Victoria justa a tenor de las intenciones que pusieron unos y otros, porque el cuadro altoaragonés puso más sobre el terreno de juego, pero le faltó rematar su faena, y la Real... pues no fue la Real. Se pareció poco a lo que nos tiene acostumbrados. No se le puede negar pelea y actitud, pero su fútbol brilló por su ausencia, porque el Huesca le quitó el balón, y así la Real tiene menos alegría.

El partido se jugó más a lo que quiso el equipo de Pacheta, y aunque el gol llegó cuando parecía que mejor estaban los realistas, que habían ido creciendo, la realidad es que los oscenses creyeron en sus opciones, y el premio les llegó al final. Un gol de Sandro que puede valer su peso en oro y que puede ser clave, en la lucha por el descenso y por Europa. Porque la Real deja pasar una oportunidad fundamental para seguir metiendo tierra de por medio con sus rivales directos.

En la primera parte, fue el Huesca quien puso por sorpresa el fútbol, y la Real Sociedad la que se limitó a defender bien ordenada, esperando a buscar su oportunidad a la contra. Empezaron mejor los donostiarras, con una buena acción de Oyarzabal, frustrada por Álvaro Fernández, que también evitó el rechace posterior de Isak. El sueco tuvo la otra buena ocasión de la Real antes del descanso. Un fuerte disparo dentro del área algo esquinado bien atajado también por el meta local. Y hasta ahí lo único del equipo txuri-urdin en ataque. Porque el protagonismo fue del Huesca, que le arrebató la pelota y buscó más la portería de Remiro, aunque le faltaron ocasiones claras. La mejor la tuvo Rafa Mir, una mano a mano que le sacó Remiro, que estuvo inmenso para mantener a la Real en partido. Porque la presión, intensidad y fuerza del equipo de El Alcoraz desarbolaron por completo a los de Alguacil, a los que les han quitado el fútbol y se lo han cambiado por un buen esfuerzo defensivo, aunque solo con eso no se puede pensar en sacar algo de casa de un Huesca al que le iva la vida en el envite.

Tras el descanso, el guión no cambió nada. La Real siguió con su guión contemplativo, mientras el el equipo de Pacheta ponía más intención a cada una de sus acciones. Rafa Mir y Sandro merodeaban con peligrosas intenciones, mientras Remiro se apuraba en sacar adelante las llegadas de los oscenses. Con el paso de los minutos, la Real se fue asentando y defendiendo más arriba, quizá también porque el ímpetu local disminuía. Salió Silva y al Huesca le entró un poco de canguelo. Los donostiarras lo aprovecharon y crecieron en el partido, pero les faltaba precisión en los últimos metros. Solo Barrenetxea parecía estar enchufado. Demasiado poco. Isak tuvo algún, pero se marchó inédito y un poco desesperado. El sueco apenas tuvo incidencia en el partido, Siovas y Pulido le ganaron totalmente la partida. Portu cambió de banda y siguió siendo como un molesto moscón, pero parecía que jugaba precipitado.

Pacheta hizo cambios para aguantar un empate que le servía de poco. Y cuando parecía que todos se conformaban con un 0-0 pobre e insuficiente para ambos, llegó Sandro. No marcó ningún gol cuando estuvo en la Real, pero le ajustició sin piedad en El Alcoraz, y sobre todo dio vida a un Huesca que duerme fuera del descenso. Su falta lateral, por una clara mano de Zaldua, la sacó con mucha intención y veneno. Era muy difícil de defender, para la zaga y el portero. Y pasó lo que se veía venir. Elustondo le dio con la cabeza intentando despejar, y en su intento despistó a Remiro, que nada pudo hacer, y el balón se metía en la portería realista. Los jugadores de la Real se quejaron a Mateu Lahoz de que Mir podía interferir en la visión de Remiro, porque estaba Justo delante; pero al tocar el balón un realista eso ya invalida la acción, según dice el reglamento. Así que el VAR no necesitaba entrar a corregir al colegiado. Gol vital para el Huesca. Gol falta para la Real. Los oscenses respiran. Los realistas suspiran.