El Racing le debe una a El Sardinero
Una victoria local le dejaría con 12 puntos de ventaja, los que le restarían por disputar a los navarros. Si gana Osasuna B podría depender de sí mismo
El Racing tiene en la mano dejar vista para sentencia su presencia la próxima temporada en la 1ª División RFEF. En cualquier caso, aunque gane a Osasuna B y duerma la noche del miércoles con 12 puntos de ventaja, su clasificación aún no sería matemática. Necesitaría un punto más o que los navarros no ganaran todo, ya que se podría dar el hipotético caso de un empate final a 42 puntos que se debería resolver por el golaveraje entre ambos equipos. parece ciencia ficción, pero impediría declarar finalizada la temporada. En cambio, si ganan los navarros, que deben jugar un partido más que el Racing y recibirán a los santanderinos en Tajonar, dependerían de sí mismos, independientemente de lo que sume el Racing. Eso sí, tendría que ganar seis partidos seguidos y en toda la temporada solo ha sido capaz de ganar dos (y lo hizo una sola vez). Vamos, que el Racing lo tiene hecho, pero hay que jugar.
Después del triunfo sobre el Ebro, con novedad táctica incluida y errores defensivos de grueso calibre, Aritz Solabarrieta debe tomar una primera decisión de calado, mantener el 3-3-3-1 o volver al más trabajado 4-2-3-1, que es lo más probable. La siguiente patata caliente sobre la que debe resolver el ondarrutarra es la continuidad en el once de Lars Gerson, de mal en peor en los partidos que ha jugado. Sería muy complicado para el míster repetir con el luxemburgués y mirar luego a la cara al resto de los defensas, especialmente a Matic, que lleva tres meses sin jugar de inicio y que ha estado ocho partidos sin jugar un minuto. Si se vuelve a la línea de cuatro en fondo, en cualquier caso, sobraría uno. En Zaragoza el elegido para dejar hueco fue Ceballos, pasando Mantilla al lateral derecho.
Osasuna B es un filial que no responde al retrato robot que uno tiene de los equipos de cantera de los equipos de Primera. Ellos se mueven con el modus operandi de sus mayores en LaLiga: intensidad, físico, presión alta, choque y segunda jugada. Fútbol combinativo, lo justo. No son el Bilbao Athletic ni, mucho menos, el Sanse. Tampoco tienen la calidad de los jugadores de Joseba Etxeberría o Xabi Alonso. En Tajonar suelen jugar con dos puntas, Jony y Joel, pero a domicilio el valenciano Joel, de la cantera del Levante, se deja caer más entre líneas. El jugador más talentoso, zurdo a pie cambiado y amo de todas las acciones a balón parado, es Asier Córdoba, hermano de Íñigo (Alavés) y Aitor (Burgos), que suele jugar como extremo derecho.
Lo que no admite la más mínima duda en los locales es que la referencia arriba será Cedric Omoigui, que es otro en el último mes. O, para ser más exactos, el otro era el de antes, ahora es él. El del Fuenlabrada o el Mallorca y no la versión de escaso voltaje de los primeros cinco meses de competición. Era como ver a un delantero de 220 voltios jugando con solo 125. Ahora no solo marca goles, cuatro en los últimos tres partidos, sino que ya marca también diferencias. Este Cedric serie Oro podría rencontrarse ante Osasuna B con la línea de tres cuartos que más alegrías ha dado esta temporada a la parroquia verdiblanca, Soko, Pablo Torre y Bustos, que ya ha cumplido sanción.
El Racing, que tiene unos números muy malos en su estadio, no gana en casa desde que el 21 de febrero superó al Laredo por 3-1. Luego perdió con el Sanse y empató con el Arenas, en los dos partidos que le costaron quedarse fuera de la lucha por el ascenso. Por si vale el dato, que no vale, el Racing y Osasuna B han jugado media docena de partidos en su historia y los cántabros han ganado los seis, en El Sardinero y en Tajonar, marcando 16 goles y encajando dos.
(Foto principal: Martín Solar, Ceballos, Íñigo, Mantilla, Camus y Pablo Torre, seis productos Made in La Albericia, que este año han sido parte fundamental en el primer equipo)
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