Puado y el Espanyol vuelan a Primera
Un 'hat-trick' portentoso del canterano fulminó en solo 13 minutos a Las Palmas, sonrojante y con diez desde el 39'. Hubo penalti, y lo convirtió Embarba, no RdT.
No es que quiera volver a Primera, es que siente que debe hacerlo cuanto antes. Que tiene que convertir el maratón de Segunda en los 100 metros lisos. Si ante el Leganés había sido Darder quien despejaba el suspense a los 25 segundos de partido, esta vez frente a Las Palmas el Usain Bolt perico fue un espectacular Javi Puado. Un ‘hat-trick’ del canterano, en el que empleó 13 minutos entre el 9' y el 23', elevó las opciones de ascenso del Espanyol hasta un 99,999 periódico que Las Palmas ni se esforzó en desmentir y que solo la mayor de las maldiciones puede ya derrumbar.
Iba a ser el duelo entre Raúl de Tomás y Jesé, de los canteranos del Real Madrid, pero apareció de las sombras Puado para acaparar todo el protagonismo. Con total merecimiento. Tras unas jornadas algo discretas, encendió el turbo el atacante. Primero, aprovechando un rechace de Valles. Después, en una exquisita acción individual que cabeceó a la escuadra tras combinar con Pedrosa. Y, finalmente, tras un recorte en que quedó en evidencia el tremendo contraste entre su hambre y la pasividad de Álex Suárez y Lemos, quien fruto de la impotencia acabaría expulsado a los 39 minutos tras cometer dos entradas durísimas.
Puado es la temporada del Espanyol, cimentada en los goles de RdT o en las asistencias de Embarba, pero a todas luces insuficientes sin una segunda línea de lujo: diez tantos y seis asistencias acumula el barcelonés, animador también de la Selección Sub-21. Caviar. Un futbolista que termina contrato en 2022 y que está pendiente de renovar.
Y, por si le quedaba a Las Palmas algún tipo de sortilegio, una suerte de discurso motivador de Pepe Mel como el que se había hecho viral en la previa –quien avisa no es traidor–, una mano de Curbelo en la reanudación acabó por culminar el bochorno amarillo y una de las tardes más plácidas de un Espanyol concienciado, concentrado y arrollador. La demostración es que ya son cuatro las jornadas consecutivas en que le señalan un penalti a favor, y no es casualidad. Lo que sí varió en esta ocasión fue el lanzador. Se lo cedió De Tomás, que había fallado los tres anteriores, a Embarba, que lo colocó por la escuadra.
Un arranque eléctrico pero inocuo de Jesé, un gol en fuera de juego de Raúl de Tomás y un tiro de Pedrosa que atajó Valles amenizaron el último tramo de un encuentro en que todo estaba ya decidido. Había derrochado Las Palmas sus remotas opciones de acudir a la promoción y se fija ya en el calendario el Espanyol para echar cuentas. Con un 4-0 ante el Cádiz certificaba matemáticamente el Espanyol su anterior ascenso, el 23 de abril de 1994. Idéntico resultado, rival amarillo, solo un día más tarde, para otro retorno a Primera que ya es virtual.