Sergio, nuevo Kaiser del Leganés
El central cumple 29 años consolidado en un eje de la defensa que antes le estaba vetado. Se estrenó en el gol ante la Ponferradina mientras roza una efectividad del 90% en pases.
Sergio González sopló este martes 29 velas. Lo hizo con un gesto mezclado, de alegría por la efemérida y su gol a la Ponferradina, pero también con aires de melancolía por la rabia de que no sirviera para ganar un partido vital. “Un empate en casa no es para estar contentos”, comentó directo y sin rodeos tras el choque en un guiño verbal de que Sergio ya no es el que era. Su crecimiento en el seno del Leganés lo convierte en algo más que uno más. Ahora es un káiser con galones.
Los luce en el césped como titular indiscutible. La lesión de Ignasi Miquel a mediados de marzo le ayudó a consolidarse en un puesto que ahora le pertenece por méritos propios. No se le conocen fallos gruesos y en regularidad siempre cumple con nota. De hecho, en los últimos encuentros ha rozado el 90% de efectividad en el pase. Contra el Espanyol, líder intratable de la categoría, el madrileño acertó el 94,5%. Ningún otro futbolista sobre el césped esa noche en Cornellá logró ser tan efectivo.
Sucede que también está empezando a sacar partido de su pillería en el área rival. Contra la Ponferradina marcó un gol que bien pudieron ser dos de no ser por la efectividad de Caro, el arquero rival. Ya antes del 1-0, Sergio avisó con un remate a la media vuelta que puso en problemas a la meta visitante. El tanto con el que se estrenó en Liga fue fruto de otro barullo en el área que acabó resolviendo como si de un delantero de fútbol sala se tratase. Con la puntera y arriba. Inalcanzable.
“Mi primer gol en liga, pero no me voy contento”, repetía tras el tanto en la flash interview con los medios del club muestra de esa ambición que le he llevado de jugar la nada a disputarlo todo. Con Martí en el banquillo apenas fue titular sólo en las dos primeras jornadas, pero luego desapareció del once para tener presencia sólo en la Copa del Rey, donde (ahí sí) era un habitual.
Autor del gol ante el modesto Ourense que permitió al Leganés superar la primera fase, su situación invitaba al pesimismo. En enero, pese a que tuvo algún acercamiento de otros equipos, decidió apostar por su continuidad para ganarse el puesto y lo consiguió con el relevo de banquillo y aprovechando las oportunidades. Ahora, de cara al tramo final de temporada, apunta a que mantendrá su papel de futbolista fundamental en los intereses de un Leganés que ha encontrado en él un nuevo Kaiser. Dentro y fuera del terreno de juego.