El Sabadell tiene peores números que la temporada del descenso
El conjunto arlequinado, que sólo ha ganado siete partidos este curso, suma 34 puntos tras 35 jornadas, dos menos de los que llevaba la campaña 2014-15 cuando cayó a Segunda B.
En Sabadell siempre han comentado a lo largo de las últimas temporadas, tanto en Segunda B como en la actual en Segunda A, que son un equipo sufridor. Y ahora es el momento idóneo de demostrar que se puede lidiar con ello y alcanzar los objetivos. El bloque arlequinado está subido en una montaña rusa de emociones y es que, pese a que el juego mostrado podría haberles dado mayores alegrías, la realidad es que son penúltimos, a cuatro puntos de la salvación. Pese a la difícil situación, Antonio Hidalgo se encarga de lanzar mensajes positivos y el último ha tenido que ver con dejar claro que "lo más importante es que el equipo cree y tiene alma". Esto es vital porque restan sólo siete jornadas para finalizar la Liga y a partir de ahora cada duelo será una final.
El Sabadell ha vivido toda la campaña en la zona baja de la tabla y ello puede ayudarle a mantener mejor la calma en momentos de tensión. Eso sí, necesita sumar de tres en tres porque tiene un déficit, e importante, de triunfos. En 35 partidos que se llevan disputados únicamente ha cosechado siete victorias y es el peor equipo de la Liga en este aspecto. Hidalgo confía en acabar alcanzado el objetivo de la permanencia y es que “los jugadores se lo dejan todo siempre. No está siendo una temporada fácil y debemos ir paso a paso”. Se luchará hasta el final, sin duda, pero es inevitable mirar hacia abajo y es que los números no ayudan. Tampoco las comparaciones con cursos pasados permiten ser al Sabadell excesivamente optimista y un dato que escuece es que actualmente se llevan dos puntos menos (34) que en la temporada del descenso a Segunda B, la 2014-15. Por aquel entonces, tras 35 jornadas, los arlequinados ocupaban puestos de permanencia con 36 puntos.
Lo vivido el curso 2014-15 se trata de evitar a toda costa en el vestuario arlequinado y es que no se quiere regresar a Segunda B, categoría de la que costó salir cinco años. Para ello tocará hacer unas últimas siete jornadas para enmarcar. Lo que está claro es que deberán mejorar, y mucho, el final de la 2014-15. La salvación fue imposible entonces porque en los últimos siete partidos únicamente sumaron dos puntos tras dos empates y cinco derrotas. Los de Hidalgo, ahora, esperan que la fortuna les sonría un poco más y tienen en su mano seguir haciendo historia. No es misión imposible alcanzar la permanencia y es que estar actualmente en descenso no significa que se mantenga hasta el final: El Lugo es el espejo porque la temporada pasada, en la jornada 35, era el tercer peor equipo de Segunda (estaba a dos de la salvación) y logró mantenerse.