“Estoy preparado para jugar todos los minutos que me den”
Iván Azón ha sido a sus 18 años el héroe del Real Zaragoza en sus dos últimos triunfos: “Ha sido una semana para recordar toda mi vida. Marcar mi primer gol en La Romareda fue tremendo”.
Iván Azón (Zaragoza, 24-12-2002) compagina sus estudios de Ingeniería Industrial con el fútbol profesional. Debutó con Baraja, se consolidó en el primer equipo con Iván Martínez y con JIM tiene un papel de revulsivo que está aprovechando al máximo, hasta el punto de disfrazarse de héroe en las dos últimas victorias. De hecho, ya son muchos los que piden su titularidad, un debate que él mismo prefiere zanjar: “Yo le intento dar la menor importancia posible y tampoco creo que se le tenga que dar tanta bola. A todos nos gusta jugar, todos los delanteros trabajamos en los entrenamientos y al final es el entrenador el que elige, pero la relación sigue siendo igual de buena, independientemente de la cantidad de minutos que tenga. Yo estoy preparado para jugar todos los que me den”.
—Usted provocó el penalti que le dio la victoria al equipo en Fuenlabrada y marcó el gol del triunfo frente al Almería. Una semana perfecta, ¿verdad?
—Desde luego, ha sido una semana para recordar toda mi vida. Es verdad que ya llevaba tiempo jugando, pero esta semana ha sido especial por todo lo que he ayudado al equipo, que además nos ha servido para salir de la situación en la que estábamos. A ver si seguimos así.
—¿Cuántas felicitaciones ha recibido desde que acabó el partido?
—Muchas, por suerte hay mucha gente que me quiere. He recibido un montón de mensajes de mi familia, amigos, antiguos entrenadores y conocidos y estoy muy agradecido porque eso me ayuda a seguir trabajando y a tener la autoestima por las nubes.
—Fue su primer gol en La Romareda. ¿Qué sintió?
—Fue una pena que no hubiera público, pero la verdad es que fue tremendo. Al final yo he estado de espectador animando al Zaragoza, lo he seguido desde pequeño, soy de aquí y quieras o no los valores te los inculcan desde pequeño. Marcar un gol ya es una sensación inexplicable, si encima es el primer gol en La Romareda, ¿para qué más?
—¿Cuánto ha cambiado su vida en los últimos meses?
—Yo sigo haciendo vida normal. Por la mañana entreno y por la tarde estudio, ya que estoy ahí con Ingeniería Industrial. Quedo algún rato con los amigos, aunque tampoco me sobra el tiempo. La verdad es que tampoco ha cambiado mucho mi vida, aunque ahora con la pandemia no puedes hacer los mismos planes ni juntarte con mucha gente, pero es lo que toca y debemos hacernos a la situación en la que estamos.
—¿Qué le dicen sus familiares, amigos, compañeros y profesores?
—Me dan la enhorabuena y las personas que más me quieren me dicen que están orgullosos de mí. También que siga trabajando, que siga teniendo los pies en el suelo, que no se me puede ir la cabeza y que siga estudiando. Siempre me han inculcado desde pequeño que el estudio es lo más importante y de lo que normalmente vives. Yo, por suerte, ya estoy un poco más metido en el mundo del fútbol, pero sigo estudiando porque creo que es muy importante.
—¿Cómo compagina los estudios universitarios con el fútbol profesional?
—Yo empecé la temporada entrenando con el filial y ya tuve que cambiar al horario de tarde. La verdad es que cuesta mucho, ya que por la mañana entreno, voy corriendo a casa, como y me voy a toda pastilla a la universidad. Es un sacrificio que yo he querido hacer. De momento el primer cuatrimestre me fue bastante bien y ahora estoy luchando las asignaturas que tengo para sacar las máximas posibles.
—También fue convocado por la Sub-19 para unos entrenamientos. ¿Cómo fue la experiencia?
—Fue una pena tener que volvernos tan pronto por la suspensión del Europeo, ya que apenas estuvimos un día, pero es un sueño. A todo el mundo le gustaría estar en el mundo del fútbol y a todo futbolista español le encantaría ir con la Selección. Poder juntarte con futbolistas de tu quinta con una gran calidad y a los que probablemente a la mayoría de ellos los verás en equipos top es un sueño y un momento inolvidable.
—¿Imaginaba todo esto en el mes de septiembre?
—Para nada. Yo aún soy juvenil y comencé la pretemporada con el filial, todo muy tranquilo. Y de repente me dicen que tengo que subir a entrenar con el primer equipo y todo viene muy rápido en la misma semana con Baraja, al que le estoy muy agradecido por hacerme debutar. Después subió Iván Martínez, que me conoce muy bien, y siguió confiando en mí. Agradecerle a él también que lo siguiera haciendo porque es lo que me hizo asentarme en el primer equipo. Sólo puedo dar las gracias por la situación en la que estoy ahora mismo, tanto a la familia como a los amigos y a toda la gente que me rodea.
—¿Es un apoyo que Francho y Francés también sean a todos los efectos jugadores del primer equipo?
—Sí, ya que subir y que hubiera gente más asentada con la que había jugado y a la que conocía me ha ayudado, sobre todo en el primer mes para integrarme un poco en el equipo. Es verdad que todos los compañeros se han portado genial conmigo y he hecho amistad con ellos, pero nosotros tres seguimos siendo como un círculo un poco más cercano.
—En los últimos años la Ciudad Deportiva está aportando muchos jugadores al primer equipo. ¿Cómo canterano es un orgullo?
—Así es. Recuerdo que Zapater nos dijo que hace no mucho era más difícil subir a entrenar con el primer equipo y ahora existen mayores facilidades, especialmente este año, ya que por la pandemia van hasta 23 convocados. Hay que dar el máximo en todos los entrenamientos para ganarte continuar en el primer equipo.
—¿Qué consejos le han dado sus compañeros?
—Aún tengo 18 años y si hay suerte y todo me acompaña tengo mucho recorrido. Me dicen que todo es trabajar, mejorar lo máximo posible y seguir dándolo todo para ganarme más minutos y asentarme en el fútbol profesional.
—Quizás el único pero en esta temporada de ensueño para usted ha sido la trayectoria del equipo, ¿verdad?
—Cuando yo subí estábamos en una situación muy complicada. Esos meses fueron muy duros porque no nos encontrábamos igual de cómodos que si estuviéramos en otra posición. Eso afecta al estado anímico y ahora que hemos ido encadenando resultados positivos nos encontramos mucho mejor anímicamente. Eso sí, el vestuario siempre ha estado muy unido y se nota mucho compañerismo entre todos.
—Ahora mismo el descenso está a seis puntos. ¿Eso les puede aportar algo más de tranquilidad de cara a los próximos partidos?
—Nos va a ayudar un poco a jugar con más calma. El otro día dijo Adrián que había que tener un poco más el balón y confianza en uno mismo y atrevernos un poco más tanto con balón como sin balón, pero yo creo que no se le puede reprochar a ningún jugador del equipo el esfuerzo que hace en cada partido.
—El Zaragoza es el segundo mejor equipo de Segunda desde la llegada de JIM. ¿Qué ha cambiado?
—JIM ha implantado su método, hemos ido encadenando desde el principio resultados positivos y el equipo ha mejorado en el plano anímico. Ahora nos sentimos todos con mucha más confianza, que es lo que se busca porque yo creo que hay plantilla de sobra ya no para salvarnos, sino para estar en posiciones más altas.
—¿Qué tal su relación con el técnico?
—Desde el principio se ha portado muy bien conmigo. A todos nos gusta jugar, todos los delanteros trabajamos en los entrenamientos y en los partidos y al final es el entrenador el que elige, pero la relación sigue siendo igual de buena, independientemente de la cantidad de minutos que me dé. Yo estoy preparado para jugar todos los minutos que me den, ya sea de titular o de suplente y darlo todo en el campo.
—¿Cómo vive usted todo ese debate acerca de si tendría que ser titular en lugar de Álex Alegría o el Toro Fernández?
—Yo le intento dar la menor importancia posible y sobre todo me centro en mi juego, en el juego del equipo, en sacar resultados y en mejorar. La decisión, como he dicho antes, es del entrenador y tampoco creo que se le tenga que dar tanta bola. Yo creo que los resultados están yendo bien y desde luego yo estoy preparado para cualquier situación y jugar los minutos que sean necesarios.
—¿Pero considera que ha hecho méritos suficientes para ser titular y no quedarse únicamente en ese papel de revulsivo?
—Yo lo he hecho lo mejor posible y he corrido, pero al final cada uno tiene su papel y todos los delanteros estamos dispuestos a lo mismo. Cada uno ha hecho sus pequeños esfuerzos que le han llevado a donde está ahora mismo.
—Entre otras cosas llama la atención la cantidad de duelos que gana a pesar de tener únicamente 18 años. ¿Le han comentado algo los rivales?
—Soy consciente de que no es normal el cuerpo que tengo con 18 años, pero es mi tipología de juego: garra, lucha y dar el máximo en cada partido. Es verdad que algún jugador me ha hecho algún comentario. Me acuerdo de un futbolista del Oviedo que me preguntó eso mismo, que de dónde había salido. Todos han sido muy majos en general y se han portado muy bien conmigo.
—¿Cuáles son las mayores virtudes de Iván Azón y en qué debe mejorar?
—Mis mayores virtudes pueden ser el sacrificio y la capacidad de esfuerzo que tengo. Es todo mental y, además, físicamente todo me ayuda. Siempre me han dicho que técnicamente puedo mejorar. Tengo el pie muy grande y no me es fácil, pero siempre se puede mejorar, en cualquier aspecto del fútbol, sobre todo técnicamente con balón a la hora de hacer todo tipo de pases y con ambas piernas.
—¿Hay algún delantero en el que se fije actualmente o que haya sido su ídolo en la infancia?
—Diego Milito. Me acuerdo de verlo en La Romareda y de ir a Milán a la Ciudad Deportiva del Inter para intentar verlo. Por mala suerte no pude, pero siempre me he fijado en los argentinos y en los sudamericanos, que se suelen caracterizar por esa garra que tienen. Qué mejor que un delantero así y que además jugaba en el Real Zaragoza, que es el equipo de mi ciudad.
—Tras un año de sueños cumplidos, ¿con qué sueña ahora Iván Azón?
—Ya casi se han cumplido todos. Debo seguir entrenando a tope y ojalá que el Real Zaragoza pueda ascender a Primera División, que es donde debería estar. A ver si puedo jugar en Primera, que es el sueño de cualquier futbolista.