Guía práctica para comprender (o no) la liguilla del Espanyol B
El filial ya ha bajado una categoría, pero puede descender otra si no acaba primero o segundo en la fase que acaba de iniciar con triunfo ante el Valencia Mestalla.
Ha empezado Luis Blanco su andadura en el banquillo del Espanyol B con sendas victorias, ante Olot y Valencia Mestalla, fruto de otras tantas remontadas. Puntos de oro para un filial perico que, como el resto de participantes en la segunda fase de la experimental Segunda División B de esta temporada, necesitan sumar y sumar para su mochila. En este caso, porque cualquier traspié puede significar un nuevo descenso: los pericos ya han bajado a Segunda Federación (equivalente a la actual Tercera) y juegan por no caer a la nueva Tercera (que sería la Primera Catalana de toda la vida).
Para simplificar las cosas, si es que es posible, el Espanyol B está encuadrado en un grupo de ocho equipos, de los que bajan seguro del cuarto al octavo, pero también el tercero en el caso de que sea el peor tercero de los cinco grupos. Aún hay más. Todos sus partidos son contra los cuatro rivales del grupo con los que no había coincidido en la fase anterior, a saber, Valencia Mestalla, Orihuela, Peña Deportiva y Atzeneta. Los otros equipos del grupo, ante los que el conjunto perico no jugará, son L’Hospitalet, Olot y AE Prat. Los puntos cosechados anteriormente se acumulan para esta liguilla. ¿Creen que eso es todo? Pues no.
Como la primera liguilla de esta anómala Segunda B tenía grupos desiguales –el catalán contaba con 11 conjuntos, pero el de la zona valenciana y balear estaba formado por diez–, unos llegan con dos jornadas menos disputadas, de modo que lo que cuentan en la clasificación final no son los puntos sino los promedios. Y así se dan circunstancias como que el Espanyol B, que suma ahora 26 puntos, es el segundo clasificado del grupo por detrás de la Peña Deportiva, que tiene 24. Sus promedios, sin embargo, son de 1,26 (el promedio de puntos cosechado por la Peña en los 19 partidos que ha jugado) y 1,24 (en 21 partidos, como es el caso de los pericos).
En definitiva, que al Espanyol B le restan siete jornadas para tratar de amortiguar el golpe que supuso el primer descenso de la temporada y evitar otro que sería letal. Para superar ni que sea por la mínima en la tabla a L’Hospitalet, Olot y AE Prat, y por el máximo de puntos posible a Valencia Mestalla, Orihuela, Peña Deportiva y Atzeneta, que al haber jugado menos jornadas tendrán un mayor promedio en caso de victoria. La próxima vez, eso sí, la Federación podría poner el sistema algo más fácil.