El Deportivo gana al Zamora, pero muere en la orilla
Un buen Deportivo se impuso al Zamora con goles de Keko y Galán de penalti, pero Celta B y Unionistas no fallaron y los coruñeses dicen adiós al ascenso.
El Deportivo llegaba a la última jornada de la primera fase de liga con el agua al cuello, pero vivo tras derrotar a Pontevedra y Celta B. Los blanquiazules debían ganar al Zamora, líder y ya clasificado, y luego esperar que los resultados en O Vao o el Reina Sofia trajesen buenas noticias. Los de la Rubén de la Barrera cumplieron su trabajo en un buen partido sellando su tercera victoria consecutiva, pero que no llegó para consumar el milagro. El filial celeste ganó al Coruxo y Unionistas empató ante el Racing de Ferrol para dejar a los coruñeses sin opciones de ascenso y condenados, en el mejor de los casos, a jugar la próxima temporada en la Primera RFEF. Castigo para su gran final de liga. Lógico palo para su mala temporada global. Gran fracaso del proyecto.
Antes del desenlace hubo un nudo, un partido entre Deportivo y Zamora que se comenzó a vivir en los aledaños de Riazor con un espectacular recibimiento al equipo blanquiazul con una caravana de motos y banderas. Sobre el césped, el equipo titular esperado de Rubén De la Barrera con Miku al frente ante un once de David Movilla muy condicionado por las bajas. Y los coruñeses, algo nerviosos de salida, solo tardaron 17 minutos en abrir la cuenta. Fue en una jugada individual exquisita de Keko Gontán, tan sutil en el regate como contundente en la definición. Explosión de los 500 de Riazor, multiplicada poco después por el gol del Coruxo. Muchas emociones y favorables para los herculinos, pero un mundo por recorrer hasta el final de la jornada. El Depor, lejos de los pinganillos, seguía al suyo llegando una y otra vez con peligro y sometiendo al Zamora y con Lucho casi de espectador. Primero Miku, luego otra vez Keko. Perdón blanquiazul y carrusel de malas noticias: gol de Unionistas, remontada del Celta B en dos minutos. El horario unificado, recordaban en la grada con el Fuenlabrada en la memoria.
Con todo en el alambre, incluido el resultado en Riazor, corto para los merecimientos locales, arrancó un segundo tiempo de infarto. El Depor siguió a lo suyo, llegando con regularidad y peligro a lomos de Villares y Keko. Y de nuevo los blanquiazules rozaron la sentencia, pero Villanueva respondió de manera excelente al remate de Raí tras un córner. Y de nuevo, emociones a distancia con el empate del Racing de Ferrol ante Unionistas. Todos los partidos abiertos, todos los partidos a un gol de distancia para que la balanza señalase premio o castigo. Los herculinos siguieron a lo suyo, llegando y llegando, perdonando y perdonando el segundo. Y la sentencia llegó de penalti en el 91 marcado por Borja Galán. Una alegría mínima, porque al mismo tiempo acababan los otros dos partidos sin cambios, sin milagro y con la memoria puesta en todos aquellos puntos que volaron.