Bélgica empata dando gracias

Bélgica puede considerar como un pinchazo empatar contra República Checa si sólo tiene en cuenta los nombres propios pero como una bendición viendo cómo se desarrolló el partido. Los locales no se achantaron y miraron de tú a tú a los de Roberto Martínez durante todo el partido. En la lluviosa primera parte rozando el gol que consiguió nada más empezar la segunda mitad y después no se conformaron con el empate que logró Lukaku.

Bélgica, con tres centrales y Tielemans, Dendoncker y De Bruyne en el centro del campo dio signos de ser un equipo muy largo al que le costaba mucho generar peligro con jugadas colectivas. Lukaku fue en muchas acciones una tabla de salvación para la falta de creación de ventajas con la posesión, siendo un hombre al que le podían echar el balón y que él mismo encontrase el espacio. República Checa supo aprovechar el mal día de los centrales para acosar a Courtois hasta el gol, un tanto de Provod después de permitirle disparar desde la frontal muy cómodo.

Reaccionó Bélgica y la calidad individual de sus estrellas le hizo recoger frutos más fácilmente que a sus rivales. De Bruyne demostró que es uno de los mejores mediocentros del mundo encontrando a Lukaku entre líneas. El delantero del Inter hizo valer su superioridad física para hacerse el hueco y poder disparar a gol. Sin embargo, ahí quedó el intento de remontada e incluso en los minutos finales hubiesen agradecido que el árbitro pitase antes el final.

Ambos terminan el día compartiendo el liderato del Grupo E con 4 puntos pero un partido más que Bielorrusia, que tiene 3. El martes tendrán una nueva oportunidad de sumar de tres y posicionarse para ese primer puesto del grupo, el único que da acceso directo al Mundial.