El vaso medio lleno de La Roja: Bryan Gil, Pedri, Koke, Morata…
El inesperado empate ante Grecia ha provocado dudas en torno a la Selección, pero hay más motivos para el optimismo que para el pesimismo.
Ni el más pesimista esperaba un tropiezo ante Grecia. Después de la histórica goleada a Alemania del pasado mes de noviembre se había instalado el estado de optimismo en la Selección. Luis Enrique lo había advertido en la rueda de prensa previa cuando habló de "resultados sorpresa y equipos trampa", pero nadie le hizo caso. Y Grecia fue un equipo trampa que logró un resultado sorpresa ante la favorita del grupo.
España dominó todas las fases del juego excepto la finalización. Tuvo una posesión del 80% y creó muy pocas ocasiones: dos remates seguidos de Koke que interceptaron los defensas griegos, un tiro de Olmo al larguero, el gol y otro tiro de Morata y poco más.
Hay varios nombres para ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío. El primero es del Bryan Gil. El extremo del Eibar hizo lo que se esperaba de él. Encarar, encarar, y volver a encarar. Y desbordar, desbordar y volver a desbordar. No estuvo fino a la hora de centrar después de superar su par y alcanzar línea de fondo. Debe mejorar esa acción técnica en golpeo y precisión. Pero ver a un regateador entusiasma a cualquier aficionado al fútbol en un momento en que escasean los jugadores de barrio que viven de la filigrana.
El debut de Pedri también es motivo de ilusión. Tanto respeto le tenían los griegos que su seleccionador le preparó un marcaje al hombre. Lució menos que en el Barça y no encontró un socio como Messi. Pero sus acciones fueron buenas y ha llegado para quedarse en la absoluta. Ante Georgia o Kosovo se espera que sea titular.
Koke fue otro de los destacados. El centrocampista del Atlético se ganó su regreso en otoño y el partido ante Alemania le dio el boleto para la Eurocopa. Igual que Álvaro Morata, que cuajó un partido notable por el esfuerzo, por el acierto de cara al gol y por la insistencia en buscar el remate que no llegó tantas veces como lo intentó.
A ningún jugador de la Selección se le puede reprochar falta de actitud o de compromiso. La concentración fue total y dieron todo para intentar doblegar a Grecia. No estuvieron acertados en el área rival y es el aspecto que hace ver el vaso de La Roja medio vacío. Pero poniendo la lupa y analizando con mayor detalle y sin el enfado de haber empatado un partido que había que ganar se puede ver el vaso de La Roja medio lleno. Y con opciones de aproximarse a los que ganan en la Europa.