Aleñá se asienta y Maksimovic se tambalea
El catalán se ha hecho un hueco en las últimas alineaciones mientras el serbio atraviesa su momento más crítico desde que llegó al Getafe.
La posición de medio centro había sido cosa de dos en las últimas temporadas en el Getafe. La pareja Arambarri-Maksimovic ha sido indiscutible para José Bordalás desde que los juntara en 2018. Sigue siéndolo, pero en los últimos tiempos, la irrupción de Aleñá siembra dudas. El uruguayo está haciendo un campeonato impecable, pero el serbio atraviesa por un momento irregular. Suele ser la elección del técnico para cambiar cuando busca un equipo más ofensivo y su reacción en el último partido golpeando la lona del túnel de vestuarios fue sintomática.
Aleñá ha jugado los tres últimos partidos como titular. Bordalás desechó el cambio de sistema en el que él y Kubo tenían cabida y volvió al 4-4-2 de siempre, lo que le hizo perder el sitio. Sin embargo, las bajas le facilitaron una nueva oportunidad y el catalán la ha aprovechado a la perfección. Ha jugado más en banda, pero también como compañero de Arambarri. Su técnico le elogió tras el último partido y el Barça piensa recuperarle el próximo verano. Su nivel en los dos últimos partidos del Coliseum ha sido óptimo.
Una alegría para los azulones. Había cierta sensación de estancamiento y Aleñá ha avivado un debate futbolístico. Arambarri parece fijo. Maksimovic ha sido tres años su pareja de baile con un rendimiento espectacular y Aleñá irrumpe con fuerza. Con el catalán al lado de Mauro se puede perder físico y presión, pero se gana talento y último pase. Bordalás tiene la palabra y él es el más encantado con las alternativas.