MÁS FÚTBOL
Esteban Becker, el 'héroe' de Guinea Ecuatorial que quiere conquistar Murcia
El entrenador argentino llegó al Racing Murcia para intentar subir al equipo a Segunda B en un reto difícil, pero ilusionante.
Murcia respira más fútbol que nunca desde la llegada del técnico argentino Esteban Becker, quien hiciera historia con Guinea Ecuatorial tanto en fútbol masculino como femenino. Ahora, afronta uno de sus mayores desafíos: conseguir que un recién ascendido a Tercera pueda estar en la pomada por jugar en Segunda B. Nadie mejor que él para despertar a un equipo que sueña con dar ese salto de categoría y al que le quedan dos finales por delante. Lejos del nerviosismo, Becker lo afronta con la máxima normalidad posible. Sus interminables experiencias en el fútbol madrileño con Alcalá, Ciempozuelos, Fuenlabrada, San Fernando, entre otros, unido a la heroicidad con Guinea Ecuatorial invitan a creer en su experimentado método de trabajo.
¿Por qué el Racing Murcia?
Me llamó el propietario para que le ayudase. Cuando me dijo que aquí sólo valía ganar, ganar y ganar le dije que sí. La mesa está servida. Tengo una plantilla con una gran pasión por el juego. El día de mi presentación estuve junto a Fernando Morientes. Es una gran imagen para este proyecto y ahí ya entiendes que esto es diferente.
El objetivo es el ascenso y hay un fuerte capital detrás. Pero... ¿Existen las matemáticas en el fútbol?
En deporte 2+2 no son cuatro. El proyecto empieza cuando el año pasado estaban en Preferente y suben a Tercera. El objetivo es subir a Segunda B. Sí que es cierto que muchas veces piensas que por hacer un buen equipo ya subes directamente. Aquí en la zona murciana hay un gran nivel y la competencia es máxima.
¿Qué papel juega la palabra fracaso en el fútbol? ¿Realmente el fracaso existe cuando se ha intentado?
Pues mire, en nuestro caso si no se consigue creo que no se puede considerar fracaso porque es un equipo que viene de Preferente. Muchos equipos optan por mantenerse, aunque entiendo que aquí hay una gran inversión detrás y jugadores veteranos. Quizá los dirigentes sí pueden pensar que es un fracaso.
Usted ha llegado a plantear encuentros tácticos ante grandes selecciones donde estaban jugadores como Salah, Aubameyang, Mané… ¿Cree que en una categoría como la Tercera División es más complicado ejecutar los automatismos tácticos?
Todos los entrenadores independientemente de la categoría en la que estemos siempre intentamos plantear los encuentros como si estuviésemos en la élite. Para mí esto es igual que si estuviese en una selección de fútbol. Lo único que cambia considerablemente son los campos.
Por cierto, ¿el fútbol de Tercera no le recuerda al fútbol argentino?
El fútbol argentino quitando varios equipos hacen un muy buen juego, aunque en aspectos físicos veo similitudes con Argentina. Cuando el talento no lo es todo, la prioridad es la voluntad y el esfuerzo. Este mensaje es muy importante para la gente que quiere vivir del fútbol y que no ha nacido con unas grandes cualidades.
Hablando de esfuerzo, ¿cree que Drenthe es un jugador de los que ya no quedan? Lo fácil hubiera sido retirarse y aquí está…
Drenthe fue un galáctico y tiene una humildad tremenda. Lo hace todo por el amor que le tiene al fútbol. Llevo una semana aquí y se ha enchufado. Necesitaba ese cambio de acento.
Algo similar le pasó con Balboa en la selección… ¿Qué importancia tiene a veces un cambio de entrenador?
Sí, eso es. Me pasó con Balboa… a veces un cambio de acento hace tener al jugador en lo alto. A Drenthe le ha pasado lo mismo que a mí, nos llaman para intentar subir al equipo. Siempre está con una sonrisa y mucha gente pensará si ya lo ha conseguido casi todo y aquí sigue luchando y disfrutando del balón.
Su etapa en Guinea Ecuatorial fue un cuento de hadas tanto en el fútbol femenino como en el masculino. ¿Cómo lo recuerda?
Con el equipo femenino fuimos campeones invictos. Fue todo divino. Juega semifinales y queda cuarto. La historia africana es la más linda de mi vida. Te enfrentas a Salah, Mané, Aubameyang, a Túnez le ganas. Fue una historia de cenicientas.
¿Qué fue lo más meritorio?
El equipo lo hicimos con Balboa en menos de dos semanas. Es mucho trabajo y el margen de error es muy pequeño. Si te equivocas en algo importante es complicado que ya salga bien.
Usted fue el responsable de que los jugadores tuviesen un sentido de pertenencia muy fuerte hacia el país. ¿Qué papel juega lo emocional?
El 100% eran jugadores ecuatoguinenos y eso antes no era así. Cuando se consigue algo tan fuerte como eso los jugadores rinden más y además la afición ayudaba mucho. El futbolista no es ajeno a lo que sucede y todo esto era vital para nosotros.