Fali, la promesa cumplida a su abuelo y la confianza en Cervera
El central habló para los medios oficiales del club y explicó por qué el partido en Mestalla fue tan especial para él. Sobre Cervera, Fali solo tiene palabras de agradecimiento.
Fali, central del Cádiz, habló con los medios oficiales del club y analizó la temporada a nivel personal y afirmó estar muy contento por conseguir el sueño de jugar en LaLiga Santander. También desveló la promesa cumplida a su abuelo cuando jugó en Mestalla esta temporada. Fali tiene claro que Álvaro Cervera manda y lo que el míster diga, él lo acatará.
El valenciano reconoce estar cumpliendo un sueño que aún ni se cree. "En lo personal estoy como un titán, yo todavía no me creo que con mis 27 años haya cumplido el sueño de mi vida. Todo el mundo tiene la ilusión de jugar en LaLiga Santander. Es una locura pensarlo. Millones de personas que quieren jugar en la mejor liga y yo soy uno de los que lo ha conseguido. Me río mucho con mi familia y con el 'Choco' cuando lo hablamos. Es un premio y una ilusión, no voy a desaprovechar esta oportunidad. Miles de jugadores querrían estar en mi lugar y por eso trabajo a tope para ayudar al Cádiz a seguir en Primera".
La temporada del Cádiz ha dado para acumular muchos momentos, pero Fali se queda con el partido en Mestalla, cuando cumplió la promesa que le hizo a su abuelo. "Antes de entrar en Mestalla le dije al presidente que hace unos años estaba fuera del campo, tenía un puesto en el rastro. Nos levantábamos a las tres o cuatro de la mañana para vender figuras, jarrones y todo lo que encontrábamos por ahí. A mi abuelo le dije que algún día iba a jugar en ese campo, y mi abuelo se reía y me dijo que cómo iba a ser eso, que siguiera vendiendo en el puesto. Le dije al presidente que los sueños se cumplen. Hay que luchar mucho y tener suerte. Lo he conseguido y ahora hay que luchar para mantenerse".
Si hay algo que define a Fali es su sacrificio y trabajo diario, lo que le ha llevado a jugar en diferentes posiciones esta temporada. "Mola mucho jugar al fútbol, me encanta, es mi vida, siempre que pueda ayudar al equipo a competir y estar bien yo estoy dispuesto a jugar en lo que sea. El jugador es egoísta en querer jugar. Donde me ponga el míster lo voy a dar todo para ayudar al equipo".
Por supuesto, Fali confía en Álvaro Cervera, entrenador con el que cambió su forma de jugar. "Le tengo que dar las gracias al míster. Cervera me ha ayudado a ver otro fútbol que yo no he tenido. Aunque parezca que le doy golpes para todos lados, yo he estado dos años en el Barça B, que allí no se podía pegar fuerte arriba, había que jugar en corto, mantenerla y era otro fútbol. Cuando llegué aquí, le di dos pases por dentro a Ager Aketxe en un entrenamiento y el míster me dijo que no, que por fuera y a la esquina, yo a defender. El entrenador es el que manda, el capitán de nuestro barco y yo me tengo que amoldar a lo que me diga, vaya bien o mal. Te pone en la pizarra, te lo explica y luego da resultados. En cinco años ha conseguido muchísimo. Me ha hecho ver el fútbol de otra manera, creo en este fútbol más que en el otro. El Atlético mete seis jugadores atrás y no se pone colorado. Me ha hecho ver el fútbol de otra manera que vale y es efectiva. El fútbol es ganar. Hay que ser fuerte en las dos áreas".
La salida del Nástic no fue buena, pero Fali agradece al club todo lo que le ha dado y, también agradece al Cádiz la oportunidad que le brindó de jugar en Segunda. "Salí mal del Nàstic porque la gente quería que me quedase, yo al Nàstic le debo muchísimo, pero quería seguir jugando en Segunda. El Cádiz me daba la oportunidad y quería seguir en la 19/20. Le agradezco al Nàstic que fuera el primer club que le diera de comer a mis hijas. No podía desaprovechar la oportunidad de jugar en el Cádiz. No podía dejar pasar este tren. Quería jugar en Segunda y en un proyecto tan grande como el Cádiz y al final acerté, subimos a Primera y aquí estuve".
Sobre el vestuario, Fali solo tiene palabras buenas, "es espectacular, pero todo el mundo. He estado en vestuarios muy buenos. En el Nàstic era un vestuario muy bueno. Aquí es una familia. El Choco es mi hermano, le quiero más que a gente de mi familia. Los demás son más que compañeros. Creo que es el éxito de todos. Es increíble. Nuestro vestuario es nuestro éxito, está unido y fuerte. Así siempre vas a estar más bien que mal".
En cuanto a Negredo, Fali bromea "Negredo tiene mucha suerte de estar jugando conmigo (risas). Estar en Primera te da la oportunidad de jugar contra gente top, pero te da la oportunidad de haber conocido a Negredo. Me lo dicen hace unos años y no me lo creo. Negredo me da hasta las botas, tengo todo de él. Es muy grande. Vivir el día a día con Negredo es un privilegio. Para mí es un mérito estar jugando con él. Cuando vino, me encantó la noticia. Al principio tenía hasta vergüenza de hablarle. Tener a Negredo en el campo es espectacular, se esfuerza al máximo después de haber ganado todo. Da mucho al equipo. Me encanta hasta pegarle patadas en los entrenamientos (risas)".
Por último, el central habla sobre la afición cadista, la mejor para él. "Nunca había visto un campo lleno jugando yo de local. Cuando vuelva la gente creo que me voy hasta a asustar. Más de 20.000 gargantas gritando y animando. Respeto a todas las aficiones, pero como la del Cádiz no hay ninguna. Tendríamos más puntos, seguro, si estuvieran en el campo. Cuando vamos al contragolpe y la gente grita se nota. Tendríamos más puntos. Los resultados están ahí. Nos perjudicó mucho más que a otros equipos el tema del público. Necesitamos a nuestra afición, es la número 12".