El Zaragoza se la juega en las próximas cuatro jornadas
El equipo aragonés recibe al Mirandés y al Cartagena y visita al Logroñés y al Fuenlabrada antes de que el calendario se vuelva terriblemente exigente.
El Real Zaragoza vuelve a estar con el agua al cuello, metido en el gran lío de la dramática pelea por su supervivencia como institución. El calendario de las últimas jornadas es terriblemente exigente (Espanyol, Mallorca y Leganés), así que el equipo aragonés, al que le faltan todavía un mínimo de seis victorias para conservar la categoría, se va a jugar gran parte de sus opciones de permanencia en los próximos cuatro partidos, recibiendo al Mirandés y al Cartagena y visitando al Logroñés y al Fuenlabrada, antes de medirse con el Almería, el Girona y el Sporting de Gijón.
El duelo de Vallecas podría haber marcado un verdadero punto de inflexión, pero el Zaragoza se dejó remontar dos goles de ventaja y volvieron a condenarle los fallos de su portero –ha sido responsable en al menos siete derrotas en este campeonato- y de sus defensas, con un Jair que se vino abajo en la segunda mitad y un Vigaray espléndido toda la noche hasta que regaló el tercer gol. Hasta un empate hubiese sido un magnífico resultado de cara a la clasificación y a la moral del grupo, pero la forma en la que se produjo la derrota ha abierto otra vez la puerta a la desesperación y a los fantasmas del descenso. Y las calculadoras ya vuelven a echar humo.
De cara a la galería, está muy bien eso de ir partido a partido, pero el Zaragoza se juega gran parte de su futuro en las próximas cuatro jornadas, en las que debería obtener un mínimo de ocho o nueve puntos para darse un respiro en la clasificación de cara a los nueve encuentros finales, donde cada punto será ya un tesoro.
Juan Ignacio Martínez pierde para la cita frente al Mirandés a Francés, su mejor central, pero recupera a Francho y a Sanabria, dos futbolistas jóvenes y con energía para darle piernas, alternativas y fútbol al centro del campo, donde el sábado fracasaron Bermejo y Chavarría. Y está por ver si el técnico se plantea el relevo en la portería, después de que Cristian Álvarez siga sin recuperar su duende y fuera colaborador directo del primer gol del Rayo Vallecano.