Golpe del Sevilla a la Champions
Un gol de En Nesyri decide el derbi sevillano ante el Betis, que dominó muchas fases del encuentro e hizo méritos para el empate. Se rompe la racha verdiblanca.
El Sevilla sufrió, marcó y se llevó otro derbi, el enésimo de esta última década ante un Betis que podrá entonar el "jugamos como nunca y perdimos como casi siempre". El club blanquirrojo llegaba al duelo tras cinco encuentros sin ganar, racha contrapuesta a la de su eterno rival, capaz de cosechar cuatro victorias consecutivas. La victoria deja en Nervión un buen trozo de Champions de la campaña que viene, pues la derrota de la Real Sociedad la pone a seis puntos y el Betis, sexto, queda a 9. Y además, hay otra bala para agrandar la ventaja el próximo miércoles, en partido aplazado ante el Elche.
Lopetegui apostó por el Papu Gómez entre líneas pero el argentino no anduvo preciso en regate ni el último pase. Titular por méritos en forma de gol, Borja Iglesias creó la primera ocasión clara cuando disparó seco, difícil para Bono, y el porterto marroquí tuvo que meter la mano en segunda jugada para evitar un remate franco de Canales. Se pidió penalti, pero ni Mateu ni el VAR lo consideraron así.
Había salido con mucho más brío el Betis, generoso en el esfuerzo para apretar arriba e intentar robar en tres cuartos, pero esa valentía le condenó a recibir el 1-0. Más rápido que la pareja de centrales Mandi-Víctor Ruiz, En Nesyri había avisado ya en un balón largo que, escorado, mandó a la red por fuera. Pero a la segunda no falló. Pelotazo de Navas, carrerón y buen control del delantero norteafricano, para regatear a Joel Robles y chutar con calidad a la red. No pareció fácil porque apenas había ángulo, pero entró (1-0, 26').
Guardado, Fekir y Canales acercaban el balón con calidad al área sevillista. Un puñado de remates forzados del francés, varios saques de esquina y unos instantes finales en los que el Betis encerró al rival en su área dieron paso al descanso y la segunda mitad.
Una segunda mitad en la que el Betis tuvo cerca, mereció el empate en muchos momentos. Desde el comienzo, cuando Borja Iglesias se quedó a centímetros en un centro de Miranda, hasta el descuento, cuando Fekir buscó la escuadra de Bono, impotente ante el chut francés, que finalmente salió por fuera, cerca del palo.