Arribas descifra el miniderbi
El pequeño volante le sacó el 2-1 en propia puerta al Atleti B en el 90'. El Castilla se adelantó y supo sufrir en la segunda parte. La lucha por subir a Segunda, a un milímetro.
Llegó y pasó el miniderbi, dejando no pocas conclusiones: el Castilla de Raúl sabe jugar y sabe sufrir, cuando puede toca y cuando no se junta a la espera de momentos mejores, virtudes todas que suelen traer premio; el Atleti B parece menos hecho, pero cuenta con mimbres y en Valdebebas sólo le faltó una pizca de fortuna para sentar de culo al eterno rival. El filial blanco se llevó el triunfo (3-1) gracias a una genialidad de Sergio Arribas en la prolongación, tras haber sobrevivido a no pocos minutos de achuchón rojiblanco sin botín.
Una victoria que da de forma virtual (le saca el Castilla un +7 en el goal-average general al Rayo Majadahonda) la permanencia y la pelea por el ascenso al filial blanco y que tampoco complica en exceso al Atleti B. Si el primero saca un punto en San Sebastián la próxima jornada, cerrará el trato; los rojiblancos se la juegan contra el Navalcarnero, si vencen podrán pelear por mantener la categoría.
Las revoluciones tácticas primaron en las propuestas de ambos técnicos, que salieron con tres centrales en ambos casos temiendo el potencial ofensivo ajeno. En el caso de Nacho Fernández, sirvió de poco: a los dos minutos, Miguel Gutiérrez mandaba un balón medido al corazón del área y Latasa, el ariete enmascarado, remataba a placer, dejando en evidencia a la zaga al completo. El gol asentó al Castilla, que coleccionó oportunidades para ampliar, sobre todo gracias a Gelabert y Arribas. Pero al borde del descanso, la empanada se mudó de barrio y atenazó a los blancos tras un centro de Giuliano Simeone (activo y peleón, se dio el gusto de asistir) que remató solo Medrano entrando desde atrás.
El Castilla sufre, el Castilla mata
Un mazazo para el Castilla, que se fue mascándolo al descanso y regresó de los vestuarios aún con el sabor a sangre en la boca, de lo que se aprovechó el Atleti B para acumular llegadas. Camello, un estupendo delantero de espaldas, y el pequeño Soriano hicieron mucho daño, Chust sacó ‘in extremis’ un balón que se colaba. Se permitió aun así el filial blanco una doble ocasión de oro, voleón de zurda de Santos y posterior remate de Arribas, ambos abortados por San Román.
La lesión del central Gila obligó a Raúl a recomponer el dibujo con línea de cuatro defensores y el Castilla, con más presencia en la media, recuperó el tono, mientras el Atleti B notaba la fatiga propia de 70 minutos de gran despliegue. Hugo Vallejo estiró al equipo por la izquierda y Morante lo revitalizó en la medular. Y en el 90’, con los rojiblancos dando por bueno el punto, Arribas se inventó un quiebro sobre la cal para después centrar y ver cómo Medrano, que había firmado un encuentro sobresaliente, fallaba un despeje sencillo y la mandaba a su propia red. Clooney lo avisaba en Ocean's Eleven: "Si pierdes la concentración, aunque sea un segundo, alguien puede resultar herido". El Atleti B se relajó un segundo y quedó magullado.
En los cinco minutos de prolongación final, el Atleti B se soltó las cadenas que se había autoimpuesto minutos antes y tuvo la igualada, un remate de cabeza tras un barullo en el área pequeña que Luis López despejó con una estirada fotogénica. Tanto se destapó el cuadro colchonero que al Castilla le dio para hacer el tercero: Latasa la bajó y lanzó a Hugo Vallejo, que esprintó y cedió a Peter, goleador a placer solo dentro del área. El miniderbi fue un buen muestrario del talento de los dos grandes del fútbol madrileño y el Castilla, que golpeó más y en mejor momento, se lo llevó con merecimiento, rumbo a la lucha por subir a Segunda.