El ejemplo de Pablo Pérez
El delantero gijonés, que completó en Ponferrada un partido que recordó a su mejor actuación en 2014, asegura que "cada minuto que juego es un orgullo".
Casi siete años han pasado ya de su debut con el Sporting. Fue, junto a Jony, la apuesta de la casa para Abelardo en el salto del 'Pitu' al banquillo del primer equipo que acabó con la disputa de aquel 'playoff' que acabó mal ante la UD Las Palmas. Pero al año siguiente llegó el ascenso y Pablo Pérez tuvo una aportación importante; su mejor partido de rojiblanco fue precisamente aquella temporada, en Miranda de Ebro, donde logro los dos goles que dieron el triunfo a los rojiblancos. El pasado domingo en Ponferrada tuvo una actuación que recordó aquella tarde de septiembre del 2014 en Anduva.
Fue objeto del penalti que abrió el marcador en El Toralín, marcó el segundo gol del Sporting y fue el autor de la prolongación de cabeza que permitió a Gaspar conseguir el polémico gol anulado; peleó hasta la extenuación con la defensa de la Ponferradina, ayudó en todas las zonas del campo y aguantó el balón cuando le tocó hacerlo, como siempre intenta cada vez que tiene ocasión de jugar unos minutos. El empate después de ir ganando por 0-2 ensombreció el magnífico partido de Pablo Pérez, inesperado sustituto de Uros Djurdjevic. "Lo que hago es entrenar y tratar de estar preparado para cuando me llegue la oportunidad y, si llega, aprovecharla", recordaba el espigado futbolista gijonés.
Pablo Pérez (Gijón, 1993) es uno de esos ejemplos de los denominados 'jugadores de club', futbolistas de la casa expuestos más que nadie a la crítica de la afición que, en El Molinón, siempre parece tener hacia ellos un punto más de exigencia. "No siento una presión especial", afirma. "Yo intento disfrutar de estar en el Sporting, en el equipo de mi ciudad, del que soy seguidor desde pequeño. Cada minuto que juego es un orgullo", añade.
"No me sorprendió ser titular en Ponferrada. Estaba preparado y muy motivado para jugar. Agradezco la confianza del míster", confesó Pablo Pérez, agradecido también por todo el afecto que recibió a su alrededor: "En la celebración del gol noté que a mis compañeros les prestó que marcara y me saliera un buen partido. Les agradezco el apoyo, que es muy importante para mi, y también agradezco los mensajes que me trasladaron".
Desde su debut, Pablo Pérez suma 161 partidos oficiales con el Sporting --20 de ellos en Primera-- de los que ha sido titular en 57 (35,4%). Sus entrenadores no han acabado de apostar por él. Abelardo fue quien más le utilizó de inicio --en 39 de 58 partidos, más de la mitad-- y con él tuvo su mejor racha goleadora, con un total de siete tantos en la temporada del ascenso, aunque el segundo año con el 'Pitu' en Primera, no jugó un solo partido y fue cedido al Alcorcón en la segunda vuelta de aquella temporada 2016-17.
En aquella campaña del ascenso no jugaba como delantero. David Gallego es el que ha apostado por él como punta de forma decidida. "Es verdad que el míster desde el principio dijo que me veía como delantero y siempre me pone ahí en los entrenamientos". Pablo Pérez dice valorar esta circunstancia y por eso "trato de fijarme en mis compañeros, en Djuka, antes en Álvaro. En sus movimientos, en cómo trabajan y empaparme de todo para cuando llegue la oportunidad hacerlo lo mejor posible".
Aquel inolvidable curso 2014-15 siempre será la referencia para Pablo Pérez, aunque prefiere no entrar en comparaciones. Ahora bien, admite que el Sporting tiene "formado un gran grupo, con un gran entrenador, gente joven, de la casa, que está aportando muchísimo, y también gente veterana que siente el club y los colores". En resumen, el delantero considera "un año ilusionante" y ve que "la afición se siente identificada con el equipo, como pasó ese año del último ascenso; pero queda mucho y hay que pensar en el partido del domingo".
Sobre su futuro también es cauto. El contrato de Pablo Pérez expira el 30 de junio de 2022, pero no le preocupa. "No pienso en otra cosa que no sea disfrutar cada día en Mareo, cada entrenamiento, y cuando acabe la temporada, tocará valorar qué pasa", asegura. "Si el club cuenta conmigo yo estaré encantado de seguir aquí, aportando y peleando por cada minuto porque es un orgullo llevar esta camiseta", concluye.