La sobriedad del Girona de Francisco
En toda la competición el equipo catalán solo ha marcado o encajado tres goles en dos partidos
Uno de los principales argumentos para la contratación de Francisco el curso pasado fue que el entrenador almeriense aseguraba una cierta solidez y estabilidad defensiva a sus equipos. En otras palabras, los convertía en conjuntos competitivos. Una máxima que se cumplió el curso pasado (llegaron a la final del playoff) y que se está dando también este: el Girona, gane o pierda, casi siempre está cerca de pelear el partido.
El Girona marcha ahora mismo noveno a cinco puntos del sexto clasificado, lo que le deja abiertas completamente las posibilidades de clasificarse para el playoff de ascenso. Una tarea complicada evidentemente, pero el objetivo del equipo al fin y al cabo. Y para lograrlo está realizando una temporada regular, por debajo de los resultados de anteriores campañas, pero también con un equipo mucho más modesto fruto de las limitaciones económicas. Pese a ello, siguen siendo competitivos.
El Girona solo ha encajado tres goles en dos partidos esta temporada . El primero fue una derrota, en la jornada siete ante el Lugo. 3-0. Inapelable. Uno de los pocos partidos donde los de Francisco no tuvieron opciones de llevarse al menos un punto. El segundo, ante el Mirandés, fue un empate. 3-3, siendo el único partido en el que el Girona ha sido capaz de marcar tres goles en todo el campeonato. Los de Francisco han tenido problemas para ver asiduamente la portería contraria, pero también han sabido cerrar el camino hacia la propia. Un cóctel que les acerca a los puestos altos de la tabla pero que aún no les permite quedarse en ellos.