Laporta, todo a Haaland
Laporta quiere construir el Barça 2021-22 en torno a Messi y al noruego de 20 años. Alaba, su otro objetivo. Éric García, cerrado. Depay o Agüero y un centrocampista, los otros refuerzos.
Erling Haaland (21-7-2000) es la gran obsesión de Joan Laporta para darle esplendor al Barça 2021-22. Sobre el noruego del Borussia Dortmund y la renovación de Messi quiere construir el nuevo presidente del Barça su proyecto 2.0. Laporta quiere aprovechar su cercanía con Mino Raiola, agente de Haaland, para intentar explorar vías económicas que hagan posible el fichaje del nórdico. La eliminación de la Champions le dejó al Barça dos crudas conclusiones. La primera, que no tiene delantero centro. La segunda, que se queda sin dinero para intentar ficharlo porque estar en cuartos de final le había metido diez millones de euros en la caja y muchos más si hubiese avanzado en la competición. Pero, aun así, Laporta cree tener las herramientas para hacer la operación viable. Ya está en ello. El club se propone emitir bonos, los ya conocidos como bonos Laporta, que le permitan tener liquidez al más corto plazo pese a la aplastante deuda del club (1.173 millones de euros). El Barça también debe hacer frente a pagos a corto plazo cercanos a los 200 millones de euros. Pero Laporta también tiene claro que, si quiere conseguir ingresos en el futuro que arreglen la economía del club, tendrá que tener un equipo ganador. El famoso círculo virtuoso.
Y después de Haaland, David Alaba (24-6-1992). El central y lateral izquierdo austriaco es el otro gran objetivo del Barça para la próxima temporada. Como avanzó As, Joan Laporta se reunió la semana pasada con sus representantes, Pini Zahavi y Fali Ramadani, para pedirles que aguantasen y no cerrasen el trato con ningún club. Laporta cree tener la baza de ofrecerle la titularidad indiscutible a Alaba, algo que no pasaría en el Madrid si continúan Ramos y Varane (igual que en el Madrid le pondrá por delante a Benzema). Algunas fuentes dejan caer que la opción del Barça seduce a Alaba pero, una vez más, el el club azulgrana no dispondrá de mucha liquidez. Menos si Messi termina renovando y Haaland es el objetivo número uno.
Laporta es consciente de que necesita dos o tres fichajes que cambien el aire del Barça y lo convierta en un club diferencial. En su primera etapa, incorporó a Ronaldinho en la temporada 2003-04; y a Etoo en la temporada 2004-05. Sobre esos dos jugadores construyó el equipo ganador de 2005 y 2006, completado con incorporaciones como Márquez, Edmilson, Van Bommel o Giuly.
Laporta también piensa en esos secundarios. El primero de ellos será Éric García. Laporta respetará el acuerdo que el jugador selló con el Barça el pasado mes de octubre y que no pudo cristalizar ni entonces ni en enero. El Barça también necesita otro delantero de reparto. El club tiene también acordado desde el pasado mes de octubre el fichaje del holandés Memphis Depay, pero aquí puede haber cambios. El representante del Kun Agüero ofreció al argentino a las tres candidaturas. Como Depay, termina contrato. Si Agüero es una pata clave para que Messi continúe, Laporta activaría la operación. El jugador está loco por fichar por el Barça. Ya estuvo cerca en 2014. Entonces, Zubi apostó, con acierto, por Luis Suárez.
Así, Haaland, Alaba, Èric García, Depay y Agüero son los grandes nombres sobre los que gira el proyecto de Laporta para la temporada 2021-22. Pero hay más. Según informó Catalunya Radio en la noche de este miércoles, el Barça tiene en mente incorporar un centrocampista con vistas a la próxima temporada. El favorito, por preferdo de Koeman, era Wijnaldum, pero es una incógnita.
Como es obvio, tanta salida de jugadores tendrá damnificados. La marcha de Coutinho está cantada. El otro nombre que está encima de la mesa es Griezmann. Su actitud en el campo es irreprochable y hasta le ha arreglado algún buen marrón al Barça la temporada pasada (Ibiza, Nápoles) y esta (Granada, los dos goles en la la final de la Supercopa que no fueron suficientes), pero con eso no es bastante. Laporta podría proponerle buscar una salida. Pero Griezmann, jugador querido en el vestuario, tiene contrato en vigor y no parece descontento en el vestuario. Al fondo, Koeman observa los movimientos de Laporta. Y, advirtiendo su carácter, callado no va a estar.