El beso del '10' en Mestalla
Dani Parejo regresó a la que fue su casa, al terminar hubo besos y abrazos con sus antiguos compañeros...Pero fue otro '10' el que decidió el partido: Christian Oliva.
240 días después, Daniel Parejo Muñoz regresaba a la que fue su casa durante nueve temporadas. Por primera vez desde 2011 el madrileño jugó un partido con unos colores distintos a los blanquinegros y aunque en el terreno de juego no hubo lugar para los amigos, antes y después hubo gestos, besos y abrazos.
Nada más llegar a Mestalla los abrazos del ex capitán che a los distintos trabajadores del club se fueron repitiendo. Dani se paró durante un momento a contemplar un Mestalla vacío que de haber estado con público probablemente hubiera cantado su nombre como en tantas otras noches en las que sí vestía la camiseta del murciélago.
Antes del partido ya tuvo unas palabras con su buen amigo José Luís Gayà, palabras que al terminar el duelo se convirtieron en besos. El '14' valencianista ha heredado el brazalete de Dani y hoy luce con orgullo ese liderazgo del que un día presumió Parejo. El beso del capitán que es y el capitán que fue escenificó el cambio que ha vivido el club del Turia.
¿Y qué pasó durante el partido? Ahí no hubo lugar a la tregua. Si bien el primero en gritar que la acción de Gayà era penalti "es clarísimo, le da en la mano hombre" mientras el árbitro revisaba en el VAR la acción, fue Parejo. También el de Coslada exclamaba a los cuatro vientos que en el penalti a Maxi "no le tocan, se tira, se ve clarísimo". En el verde no hay lugar para los amigos y lo curioso es que en el partido también hubo un beso, un beso de la muerte.
Porque si el antiguo '10' se despidió del capitán con un beso al término del encuentro, el actual '10' che, Christian Oliva, dio el beso de la muerte al Villarreal. El uruguayo entró en la segunda mitad y tras una buena conducción sirvió un buen pase en profundidad a Gonçalo Guedes para que este remontara el partido, en la que fue la primera gran acción del nuevo '10' del Valencia. El Valencia salió vencedor de una noche en Mestalla plagada de besos, en la que Capoue y Gracia se demostraron su afecto con una cariñosa conversación que duró más de diez minutos en el escenario en el que un día soñaron con jugar juntos. Finalmente, lo hicieron enfrentados.