Osasuna, el equipo que hizo explotar a Messi
La temporada pasada, el Barça se dejó cinco puntos ante los rojillos y Messi explotó tras la derrota, 1-2, en la segunda vuelta. Este sábado, el Barça se juega el campeonato.
Osasuna es un nuevo mal cliente para el Barça. Pese al 4-0 de la primera vuelta esta temporada, en el que Messi rindió aquel bonito homenaje a Maradona vistiéndose con la camiseta de Newell's para celebrar un gol, los rojillos apuraron mucho a los azulgrana la temporada pasada. Fueron capaces de empatarles en El Sadar (2-2 con un penalti de Piqué a última ahora que transformó Roberto Torres en el día de la explosión de Ansu Fati) y de ganarles en el Camp Nou (1-2), el día que Messi, harto como estaba de todo, reventó. Messi habló de un equipo "irregular", "débil", desorientado como estaba desde la llegada de Setién y roto por dentro.
Aquella noche, Messi le dio vueltas a su teoría. El Barça había perdido identidad, jerarquía y calidad. "Ya dije tiempo atrás que si seguíamos de esta manera, iba a ser muy difícil que ganásemos la Champions; y queda demostrado que nos alcanzó ni para ganar la Liga. Si no cambiamos muchísimo, el partido ante el Nápoles lo vamos a perder también. Seguro que el socio está enojado. Y es normal porque nosotros también lo estamos. La gente se está quedando sin paciencia porque nosotros no les damos nada; y venimos de Roma o Liverpool”. Faltaba Lisboa, por cierto.
Osasuna presenta dificultades para el Barça. Es un equipo intenso que subirá mucho el ritmo ante un equipo que se quedó vacío después del partido del miércoles contra el Sevilla. La temporada pasada fue zarandeado en la primera parte del partido de El Sadar. Por ritmo, no es un partido cómodo para el Barça. Este sábado, más que nunca, esa actitud de la que hablaba Messi será fundamental. Un Barça irregular y débil no se llevará nada de Pamplona. Ocho meses después de aquel 1-2, sin embargo, el Barça parece un equipo nuevo. Especialmente más comprometido con lo que hace.