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RACING 0 |SANSE 1

El Racing sobrevive a un baño y pierde cuando mejor estaba

El Sanse fue escandalosamente superior durante la primera hora, pero ganó en el 90', a balón parado, cuando el mando y las ocasiones eran del Racing

Santander
El Racing sobrevive a un baño y pierde cuando mejor estaba
Nacho CuberoDiario AS

El Racing sobrevivió a una hora de baño inmisericorde por parte del Sanse y cuando mejor estaba jugando, y ya no era inferior al rival, acabó perdiendo como antaño, con una acción a balón parado mal defendida. Probablemente, a peso, el filial realista mereció la victoria, pero la verdad es que en los últimos minutos del partido parecía más cerca de ganar el equipo de Solabarrieta que el de Xabi Alonso. El fútbol es así, que diría el clásico.

Había mucho debate sobre si la mejora del fútbol racinguista le iba a dar para ganar también a los grandes. Al Sanse, por lo menos, no. Pecharromán derribó el castillo de naipes racinguista. El supuesto lateral derecho del Sanse desmontó toda la estructura que tan buenos réditos le habían dado al Racing en el último mes. El Sanse le quitó el balón, Xabi Alonso desconcertó a Solabarrieta con un sistema asimétrico, 4-4-2 en defensa (con Pecharromán de lateral derecho y Navarro arriba con Lobete), y 3-3-3, más Navarro de agente libre, en ataque, y Alexander Pecharromán era la clave de ese andamiaje, ya que en cuanto su equipo se hacía con el balón se incrustaba en el medio, libre de marca casi siempre, y empezaba a tejer la madeja blanquiazul. Así, durante una hora, aunque generando pocas ocasiones claras, el Sanse le dio un repaso indiscutible al Racing.

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Nacho CuberoAS

El desconcierto táctico que generaron los donostiarras y los muchos metros que tenía que ceder el Racing hicieron que las cabalgadas de 60 metros de Soko se antojaran como la única bala que tenía Solabarrieta. Riki y Pablo Torre, claves en el resurgir racinguista, no tocaban el balón, y se mataban a correr detrás de Pecharromán y González de Zárate. Justo lo contrario de lo que saben hacer mejor. Eso desconectó a los dos extremos y le sentó fatal al juego del equipo, que además, anímicamente se iban achicando a medida que avanzaba el primer tiempo. A pesar de todo, Pablo Torre dejó a Cedric solo delante del portero en el 40', en la mejor oportunidad de la primera parte. Remató fuera.

La segunda mitad, aunque el Sanse siguió mandando con claridad durante el primer cuarto de hora, se fue poco a poco equilibrando. El Racing dio un pase adelante, sacó más casta, y los cambios de Solabarrieta le sentaron al equipo mejor que a los donostiarras los de Xabi Alonso y en el último cuarto de partido fueron los vascos los que empezaron a sufrir. Tampoco el Sanse es tan bueno en su campo como en el del rival y así fueron llegando las ocasiones locales: Cedric, Bustos, Cejudo, un libre indirecto a la altura del punto de penalti... Parecía que, pese a la hora inicial, los tres puntos se podían quedar en El Sardinero.

En una de las pocas ocasiones en la que los realistas se acercaban al área verdiblanca se repitió una acción casi idéntica a la que supuso el empate del Bilbao Athletic. En ambos casos en el 90', entonces tras un saque de banda, hoy de golpe franco, balón colgado al interior del área, el portero duda y decide quedarse debajo del larguero, la defensa no despeja y el remate de Arambarri lo para, pero no lo bloca, Lucas Díaz y Ezkurdia, que pasaba por allí, la empujó al fondo de las mallas. Palo duro para los racinguistas que ahora están casi fuera de las opciones de ascenso: necesitan ganar los nueve puntos que restan y ver si le ayudan las combinaciones que generen Sanse, Bilbao Athletic, Amorebieta y Real Unión. Ganar, ahora, puede no ser suficiente.

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Nacho CuberoAS