Heridas frente al Real Madrid
“Estamos en deuda con el escudo y con el club”, estima el técnico de un Espanyol que visita Valdebebas con el desolador 1-8 de la primera vuelta muy presente.
Pocas derrotas han resultado más sonrojantes para el Espanyol, un histórico del fútbol femenino, como la que sufrió a mediados del pasado mes de diciembre en la Dani Jarque, en su primer enfrentamiento oficial con el Real Madrid. Un desolador 1-8 que ahora, en la segunda vuelta de la Primera Iberdrola, tratarán las blanquiazules si no de revertir, sí al menos de limpiar. Será este domingo, a las 12:00 horas, en Valdebebas.
“Estamos en deuda con el escudo y con el club. En el partido de ida no estuvimos a la altura”, reconoce el técnico, Rubén Casado, quien ha contado con un parón liguero para ensayar cómo jugarle a las blancas, terceras en la clasificación con 23 puntos de ventaja sobre las blanquiazules, pero sobre todo cómo insuflar moral a un Espanyol irregular, que suma dos victorias en las últimas siete jornadas y que se sitúa a solo dos puntos de la zona de descenso. “Necesitamos esos tres puntos, necesitamos sumar”, conviene Mariela Szymanowski.
“Es nuestra filosofía y vamos a ir con toda la ilusión del mundo y con todas las ganas”, dice la futbolista sobre el espíritu que Casado trata de inculcar a la plantilla en la antesala de este complicado encuentro. “Se nos pide que compitamos, que seamos agresivas, que dejemos jugar lo menos posible al Real Madrid y que cuando tengamos la pelota hagamos daño”, apunta. Y cierra el entrenador: “Estamos obligados a hacer un buen partido y a sacar lo máximo de allí. Es un partido que se puede ganar y que tendremos que defender muy bien”.