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MÁLAGA

Joaquín Muñoz: “Simeone me dijo: si quieres ganar dinero deja de hacer ‘gambettas y chuta’”

Joaquín Muñoz (Málaga, 10-3-1999) es uno de esos artistas del regate que tanto gustan en España. Cedido por el Huesca, no tiene opción de compra. La tiene el Atlético.

Joaquñin Muñoz en un entrenamiento del Málaga.
Paco RodríguezDIARIO AS

Tras marcar su primer gol como malaguista, contra el Rayo, dijo que se le paró el corazón por la emoción.

Era el primer gol que marcaba en La Rosaleda. Y fue muy especial porque me veía reflejado en la grada cuando venía de pequeño y soñaba con jugar ahí y soñaba con meter un gol. Fue un momento que pasó muy rápido. Te miras y ves al niño que venía al estadio con mi padre y con mi mamá y dices ¡madre mía!

¿Recuerda su primer partido como aficionado siendo pequeño?

Que yo recuerde, un Málaga-Racing de Ferrol. Me acuerdo que nos pusimos dos veces en la zona donde atacaba el Málaga porque teníamos un amigo en la seguridad y en la segunda parte, que atacaban para el otro lado, nos coló en la otra esquina.

¿Se acordará del Málaga de Champions?

¡Pues claro! El Málaga de Baptista, Joaquín, el Conejito Saviola, Van Nistelrooy, Toulalan, Santi Cazorla. ¡Madre mía que equipazo! ¡Cómo disfruté!

¿Recuerda el golazo de Isco al Zenit de San Petersburgo?

Uno que la cogió en el borde del área y la metió en la escuadra. ¡Un golazo!

¿Cómo consiguió la camiseta de Joaquín?

Me la regaló mi madre porque aprovechó que yo me llamaba como él y me la compró unas navidades. Era un jugador que me gustaba mucho porque jugamos en la misma posición.

La finta y el esprint…

Eso me dicen. Intento potenciar mi juego al máximo y dar mi mejor nivel siempre. Somos jugadores de banda, pero no se si tenemos el mismo estilo de juego.

¿Cuál es su jugador favorito?

De pequeño me gustaba Isco Alarcón. De hecho, me cogí en Huesca el dorsal 22 por él porque lo llevó en Málaga y en el Real Madrid. Luego, me gusta mucho Iniesta. Al final hay uno que es más vistoso, Leo Messi.

Joaquín Muñoz, experto regateador.

Me gusta mucho. Cuando me llega la pelota y encaro intento amagarle mucho para que él intente meterme la pierna y así encontrar el hueco para poder salir. Y a veces me voy.

¿Es de los que regatean en el Rastro?

¡Jajaja! Eso me dice mi madre. “Te voy a llevar al Rastro para que regatees”

Háblenos de sus orígenes.

Empecé en La Unidad. Pasé dos años y de ahí, al Puerto Malagueño que es donde he crecido. Es un equipo de cantera de donde han salido muy buenos futbolistas como Francis, Junior…

¿Cuándo supo que sería futbolista?

De pequeño jugaba al fútbol para divertirme. Pero sabía que me gustaría ser futbolista. Cuando tenía siete u ocho años vinieron para que hiciera unas pruebas con el Barcelona. Mis padres se pusieron en medio y no me dejaron ir.

¿Una prueba con el Barcelona?

Yo estaba jugando con el Puerto. Vino un chico a Málaga para hablar con mis padres para decirles que me estaban ojeando y que querían hacerme unas pruebas para ver si entraba en La Masía. Mis padres no quisieron porque dijeron que era muy pequeño.

¿Se considera un futbolista de calle?

Me he criado en la calle y mi juego es de calle. Siempre que podía, me ponía a hacer regates y me lo decían mis amigos, que veían algo especial en mi.

¿Cómo surgió ir al Atlético de Madrid?

Fue difícil y bonito. Difícil porque me tenía que alejar de la familia y bonito por todo lo que viví en Madrid. Tenía 16 años recién cumplidos. Al principio me iba solo, pero salió una vacante para el filial porque buscaban un central-lateral. Y ficharon a mi hermano Rafa.

Su hermano Rafa ahora juega en Italia en el Gubbio de la Serie C. ¿Cómo le va?

Ahora participa menos, pero está contento porque, al final, se trae un idioma de allí. Me dice que es un fútbol muy diferente al que aquí. Le viene bien para aprender otra cultura futbolística.

¿Cómo fue la experiencia de rojiblanco?

¡Qué le voy a contar! Te vas como un niño y ya es un premio estar allí, al final consigues un premio que es debutar con el primer equipo. Fue en Huesca en sustitución de Lemar y fue brutal porque debutar en un Atlético de Madrid que está en un nivel inmenso es una alegría.

¿Qué le dijo Lemar?

Me dio muchos ánimos. Se lleva muy bien con la gente joven y nos dio muchos ánimos a los nuevos, tanto a Víctor (Mollejo) como a mí.

¿Qué tal es Simeone?

Muy buen entrenador. Tiene la garra y ambición de ser cada día mejor. Tengo una anécdota muy buena. Un día me cogió y me dijo que si quería ganar dinero tenía que dejar de hacer ‘gambettas’ y chutar más a puerta.

Del Atlético de Madrid, al Huesca.

Fue una época difícil. Llegué a Huesca con muchos objetivos, tanto por mi parte como por la del club, pero no se dieron. Hubo cosas que no se entendieron y al final lo mejor que pude hacer es salir al Mirandés. Firmé con el Huesca hasta 2023 y el Atlético tiene una opción de recompra.

El Mirandés, punto de inflexión.

Fue un paso adelante grandísimo. En Miranda me dieron una oportunidad de jugar en el fútbol profesional. Y estoy muy agradecido tanto al club como a Andoni (Iraola) que fue el otro día nuestro rival (con el Rayo) y se lo agradecí en persona porque me enseñó mucho y me dio una oportunidad.

Y, por fin, el Málaga.

Venir a casa con la familia y los amigos es una maravilla. Cuando me llamaron no me lo pensé dos veces. Yo dije que, si tenía que salir, venir a casa era una opción que no podía dejar pasar. Tuve varias ofertas y mucha gente me dijo que lo pensara bien, pero que lo entendía. Decidí bien.

¿Cómo empezó esta etapa malaguista?

Al principio fue complicado porque llegué lesionado y tenía muchas ganas de poder jugar y aportar al equipo. Me tuvieron que frenar más de una vez porque yo quería ir para delante. Estaba frito por ponerme la blanquiazul.

Y por fin llega el debut.

El día que debuté en Ponferrada fue brutal. Una alegría inmensa. Fue el 15 de noviembre (de 2020). Se me quedará grabado para toda la vida.

¿Era consciente de la complicada situación institucional del Málaga?

Pero al final nadie se esperaba estar en una situación más o menos tranquila. Y eso es gracias a todos los trabajadores, el ‘staf’ técnico y todo el equipo porque han apoyado y todos vamos a una. Es lo que hace que vayan las cosas tan bien.

Chavarría nos contó que Pellicer es un entrenador que hace mejores a sus jugadores.

Lo he dicho en algunas entrevistas. Es igual que tengas 84 años o 18 porque es un entrenador que da oportunidades y te enseña porque hay muchos entrenadores que un día metes la pata y ya no vuelves a pisar el césped. Él te hace mejorar en esos aspectos, te dice lo que debes corregir y siempre te quiere ayudar-

¿Qué tal Chavarría? (esta pregunta se formuló antes de conocerse la desgraciada lesión del argentino).

Es un jugador que me gusta mucho. Como le digo yo, es un guerrero. Va a todo y se pega con todos y un delantero que te las luche te da la vida.

¿Por qué cuesta tanto trabajo ganar en La Rosaleda?

Era un poco difícil de explicar porque salíamos con la mejor ilusión de cambiar la mala racha y se nos complicaba o pasaba cualquier cosa que nos íbamos para palmar. Entonces. Contra el Rayo pudimos ganar.

¿Qué nos dice de Luis Muñoz?

Luis Muñoz lleva marcados dos goles que, como le digo, son de otra categoría. ¡Es muy bueno! Si el se lo propone, llegará lejos.

¿Cuál es el jugador del Málaga que más le ha sorprendido?

Chavarría y Ramón. A éste ya le seguía cuando jugaba en las categorías inferiores del San Félix (un equipo de cantera vinculado al Málaga) y cuando le veía me decía: “ufff, este tiene talento”. Y cuando le he visto en persona, este chico, ¡madre mía”. Un jugador que me gusta mucho. Chavarría tiene 33 años, pero parece que son 20 porque viendo cómo corre y lucha.

¿Es zurdo o diestro?

Soy diestro. Toda mi vida he jugado por la banda izquierda, pero cuando llegué al filial del Atlético me pasaron a la banda derecha porque iba a explotar mejor mi juego.

¿Hasta donde puede llegar este Málaga?

Hasta donde nos comprometamos todos. Como siempre he dicho nuestro objetivo principal es la permanencia. A partir de ahí veremos lo que podemos hacer. En dos años a ver si puede estar en la máxima categoría. Este temporada, a por los 50 puntos y a partir de ahí, a soñar.

¿El Málaga tiene sobre usted alguna opción de compra?

No. Solo la cesión.

¿Le gustaría seguir en el Málaga?

Eso, como no lo sé no se lo puedo decir porque nunca se sabe lo que va a pasar. Estoy muy agradecido al Huesca porque apostó por mí de verdad metiéndome en Segunda División, aunque después saliera cedido. También tengo ganas de poder demostrar que juego bien no solo en Málaga porque, como dicen, cuando uno está en casa juega bien.

¿Cómo le fue con Michel?

Muy bien. Me enseñó bastantes cosas y también le estoy agradecido. Me dijeron que jugó seis meses en el Málaga.

¿Fuera del fútbol qué le gusta?

Pasarme horas en la playa. El mar me relaja mucho. ¡Mira que elegí mal! (bromea) Madrid, Huesca… sin mar. Málaga tiene el clima, la gente y la calidad de vida.

¿Qué le parece esta Segunda División?

Hay equipos muy fuertes. Espanyol, Mallorca, Leganés, Almería, Rayo Vallecano, Sporting, Zaragoza… hay equipos con mucho nombre, unos van mejor y otros peor. La competición este año está siendo bonita.

¿Cuál es su mejor recuerdo como futbolista?

El día que debuté con el primer equipo del Atlético en Singapur contra el Arsenal. Es la primera vez que entras en el fútbol profesional y es uno de mis mejores recuerdos. Era un partido amistoso, pero es como si fuera tu primera vez con los mayores. La verdad es que ser del Atlético es ser diferente con la filosofía que inculcó el Cholo está haciendo de un equipo pequeño, muy grande. Siempre ha habido canteranos en el primer equipo.

Explíquenos su celebración ‘gastronómica’ tras su gol al Rayo Vallecano.

Estuve comiendo con mis padres y les prometí que si marcaba, haría una celebración y que estuvieran atentos a la tele. Y fue la casualidad que fue nada más empezar el partido.

¿Lo mejor de este Málaga?

Que somos una piña, siempre hay buen ambiente y vamos todos a una. Eso se nota en un equipo. Lo bueno que le está pasando al grupo es labor del entrenador.