Aprobados y suspensos en el Elche: Boyé no es suficiente
El delantero argentino se fabrica el gol del empate, pero le falta más ayuda en el ataque franjiverde para poder puntuar; Edgar volvió a destacar en la portería.
Edgar Badia: no pudo llegar al disparo cruzado, con la izquierda desde la frontal del área, de Domingos Quina. En el segundo, estuvo vendido en el remate de Antonio Puertas que marcó a placer. Su primera parada llegó en el 60’, a disparo de Eteki. Siete minutos después, salvó un gol cantado de Fede Vico, que envió a córner. No se complicó con el balón en los pies y jugó en largo.
Barragán: estuvo más encorsetado en tareas defensivas, dejando el carril de ataque para Tete Morente. No llegó a cerrar en el segundo palo en la acción del 2-1, en la que se le adelantó en el remate Antonio Puertas.
Gonzalo Verdú: se las vio con Jorge Molina y lo mantuvo a raya en todo momento. Central y delantero se sacaron una tarjeta a su par en dos acciones diferentes. Fue el más entonado de una defensa que no tuvo su día.
Dani Calvo: se ha instalado en el once titular de Escribá. Salió de su posición para intentar frenar a Molina en el 2-1, pero no lo evitó y dejó libre su sitio para que Foulquier ganara la banda al lateral Josema y metiera el centro del gol al segundo palo. Tuvo el empate en el minuto 94, en el área pequeña, pero su remate lo sacaron de rebote Rui Silva y Nehuen. No fue el héroe en esta ocasión.
Mojica: sintió una molestia al cuarto de hora de juego que le limitó hasta el descanso, cuando fue sustituido. Vio la amarilla en el minuto 33 por golpear con el brazo a Jorge Molina. Se las vio contra Kenedy, contra quien sufrió un golpe en la mandíbula que a punto estuvo de sacarle del partido.
Marcone: se nota su presencia como pivote defensivo porque tiene mando y peso en el equipo, pero en un radio de actuación muy reducido, sin apoyar en las coberturas en las bandas a los laterales. En el primer gol, Domingos Quina le enseñó el tiro con la derecha, se venció para taponar y con el recorte para ponerla con la izquierda le dejó sin oposición en el disparo.
Raúl Guti: abarcó campo y trabajó de lado a lado en la zona ancha. No se asomó al área con peligro, como en otras ocasiones. Se va haciendo al ritmo de la Primera División y aguantó sin problemas todo el partido sin desfallecer. Demasiados metros para ocuparse de casi toda la labor en el círculo central.
Tete Morente: con la entrada de Fidel en la izquierda, pasó a la derecha. No brilló en exceso, aunque tuvo la mejor oportunidad, antes del empate, para marcar con una volea con la derecha que se marchó demasiado cruzada.
Fidel: regresó a la titularidad en su posición natural, la banda izquierda del ataque. Estuvo gris, sin chispa para desbordar por su costado, algo lógico después de tanta inactividad. A balón parado tampoco estuvo tan fino como de costumbre.
Guido Carrillo: no tuvo ocasiones y todo el peligro en ataque pasa por su compañero Lucas Boyé. Le pone ganas, pero poco más se le intuye. La única noticia positiva es que empieza a acumular partidos sin resentirse de sus repetidos problemas físicos.
Lucas Boyé: junto a Badia, el mejor. Marcó un gol en el que se valió de su cuerpo y de su juego de espaldas para ganar el balón suelto a los dos defensas y cruzarla, a la media vuelta, donde no pudo llegar Rui Silva.
Fran Escribá: hizo cinco cambios con respecto al último partido, para devolver la forma al sistema de la victoria ante el Eibar, con la novedad de Fidel en la izquierda por Rigoni. Tuvo que maniobrar en el descanso para colocar al central Josema en el puesto del lateral izquierdo Mojica, por lo que perdió salida por ese costado. El refresco de Rigoni por Tete Morente le duró cinco minutos porque a los dos de salir ya se había lesionado. Con Víctor y Pere Milla buscó más control y bullicio arriba. Nino por Fidel fue su última bala.
Josema por Mojica (46'): el central murciano volvió a escorarse al lateral izquierdo.
Rigoni por Tete Morente (72'): a los dos minutos de salir se lesionó en los isquiotibiales.
Pere Milla por Carrillo (77'): el catalán no está sirviendo como revulsivo pese a su voluntad.
Víctor por Rigoni (77'): primeros minutos del centrocampista con Fran Escribá.
Nino por Fidel (83'): el capitán del Elche cumplió su partido número 800.