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REAL MADRID

Arribas acepta el reto

La evolución del canterano está siendo imparable. Es el jugador del Castilla que más minutos ha jugado con el primer equipo esta temporada. Su idea es seguir creciendo de blanco.

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Arribas acepta el reto

Las lesiones están siendo un contratiempo muy importante para el Real Madrid. El equipo blanco ha sufrido más de una treintena esta temporada. Esto ha obligado a Zidane a reinventarse y, a su vez, a reinventar a algunos jugadores. También a rebuscar en La Fábrica, que sigue siendo una mina infinita de talento. El francés ha tirado del Castilla y lo chavales están respondiendo. Uno de ellos, incluso, se ha ganado un hueco en la primera plantilla: Sergio Arribas.

El mediocampista de 19 años, estrella en el filial que dirige Raúl, está creciendo de forma imparable. Después de ganar la primera Youth League del equipo blanco el pasado mes de agosto, se asentó como un indiscutible en el Castilla y, tras superar el Ecuador de la temporada, se ha ganado un hueco entre los mayores. Ya lleva 116 minutos bajo las órdenes de Zidane y contra el Atalanta adelantó a Víctor Chust (114') como el jugador del filial con más presencia. El entrenador lo ha utilizado en cinco de los últimos seis partidos, llegando a disputar 35' contra el Getafe o 24' contra el Valladolid.

Un chico normal

Arribas es un chico humilde a pesar de llevar toda la vida en el Real Madrid (llegó en alevines). Su único objetivo es triunfar en la que considera su segunda casa. La primera está en Leganés, donde ha vivido desde niño. Su entorno comenta a este periódico que es un "chaval normal", consciente de todo lo que le está pasando pero que no levanta los pies del suelo. Además, comenta que detrás de esa cara de niño empiezan a ver un futbolista cada vez más maduro y más seguro de si mismo.

Está tan centrado en el presente que no se plantea lo que puede pasar en el futuro. Su idea es terminar esta temporada de la mejor forma posible y ver qué opciones hay para la que viene. La política del Madrid con los canteranos más prometedores es buscarles una cesión en un club de primera división para que sumen minutos en la élite. Sin embargo, Arribas lo tiene claro: quiere seguir sumando experiencia, pero de blanco. Sabe la dificultad que supone y acatará el plan que trace el club para su desarrollo, pero si tiene la oportunidad, se quedará para pelear por hacerse un hueco, aún más grande, en el primer equipo.