Frenazo ofensivo del Leganés
El equipo de Garitano ha pasado de promediar 5,5 remates entre palos en sus cuatro primeros partidos, a sumar sólo dos ante el Tenerife y ninguno en Cartagena.
El Leganés se había acostumbrado, con el retorno de Asier Garitano, a ser un equipo eficaz en la construcción de juego y creciente en la generación de oportunidades. Por resumir: con el de Bergara el Leganés llegaba más y mejor. Pero la tendencia empieza a entrar en riesgo de convertirse en un pretérito perfecto. En las dos últimas jornadas, contra Tenerife y Cartagena, la producción ofensiva ha sido menguante. Tanto es así que precisamente ayer, frente a los blanquinegros, el Lega no tiró entre palos por primera vez tras el cambio de banquillo y por segunda en toda la temporada.
La otra vez que el Leganés no tiró entre palos fue también a domicilio, frente al Albacete, en un partido plano que, con todo y con eso, tuvo un remate al larguero de José Arnáiz. Contra el Cartagena, ni eso. Cero remates entre palos de doce intentos que dibujan un Leganés más impotente que excelso y con la duda flotando sobre Butarque. ¿Le han cogido ya el truco al Leganés de Garitano?
“No, no hay truco. Sufrir vamos a sufrir siempre. Todos sufriremos para sacar estos partidos adelante. Más en la segunda vuelta. Hemos sufrido con el Lugo. Hemos sufrido en Girona. También contra el Albacete, que se pusieron 2-1. Cuando estás bien, tienes que tratar de aprovechar. [Hasta ahora] las cosas nos han ido bien. A favor. Pero sufrir vamos a sufrir siempre”, se explicaba ayer el propio Garitano preguntado al respecto por AS en sala de prensa.
El bajón en cifras
Sea como fuere, el caso es que el Leganés ha pasado de promediar 5,5 remates entre palos en las cuatro primeras jornadas de Garitano a sólo sumar un remate por partido en los dos siguientes. Media, por cierto, con trampa. Por que contra el Tenerife sí hubo dos remates entre palos (uno, el gol de Javi Hernández para firmar el triunfo 1-0), pero no ante el Cartagena.
Al menos la producción del resto de remates, es decir, los que se marchan fuera, no ha disminuido y continúa en una franja alta de 10,3 tiros por partido y el de Cartagena fue, casualmente, el segundo que más veces se intentó (12 tiros) seguido del duelo frente al Almería (17), Lugo y Albacete (9), Girona (8) y Tenerife (7).
Tiene los choques contra chicharreros y cartagineses el denominador común de que sus técnicos cerraron bien los costados del Leganés y ahogaron la figura del mediapunta (Eraso) para aislar la fabricación de peligro. Con los laterales como único suministro de balones desde los costados, las opciones de ataque se limitan y la presencia en el área de pepineros, también. Maneras de atacar ante las que el Leganés deberá buscar alternativas para que lo visto en estas dos últimas jornadas no se convierta en tendencia.