Aprobados y suspensos del Barça: Messi y Dembélé se piden LaLiga

Ter Stegen: Dio el susto durante el calentamiento al hacerse daño en el pulgar de la mano derecha. Afortunadamente la cosa no fue a más, saltando al campo. Lo cierto es que podría haber jugado con el dedo lesionado porque sólo tuvo dos intervenciones en todo el partido, siendo muy poco exigido por el Sevilla.

Mingueza: Superlativo. La intensidad que impuso el defensa del filial en cada acción fue encomiable. Jugó como el primero de los tres centrales, cuajando un partido excelente. En la segunda parte se vio un poco más forzado, pero no bajó la guardia. Parece que por fin Koeman ha encontrado su tecla con el jugador.

Piqué: Gran partido del central, que está sobrado de liderazgo y ambición. Aguantó 66 minutos en el campo a un grandísimo nivel, pese a tocarse la rodilla derecha en repetidas ocasiones. Salió airoso del pulso con De Jong. El propio jugador se encargó de tranquilizar a la afición al aclarar que no se trataba de nada importante sus molestias en la rodilla y que había pactado con el entrenador jugar unos setenta minutos.

Lenglet: Su mejor partido esta temporada. Parece que su error ante el Cádiz le ha espoleado y de qué manera. Contundente en sus acciones, rápido en la anticipación y aseado en la conducción con balón. Se ha redimido de sobras de su error en el penalti de hace una semana.

Dest: Necesitaba un partido así. En esta ocasión jugó mucho más liberado en defensa, al tener las espaldas guardadas por Mingueza, buscando siempre la profundidad por la banda derecha. Sus incursiones fueron peligrosísimas, demostrando que hay madera de lateral. Envió un balón a la escuadra tras un potente remate dentro del área.

Sergio Busquets: Sobresaliente. Movió el equipo cómo y cuándo quiso. Siempre escogió la opción más certera, acompañado por un incombustible De Jong y un omnipresente Pedri.

De Jong: Está en un momento de forma espectacular. Su capacidad de romper entre líneas es inagotable, además de un derroche de facultades sublimes sin balón para evitar la transición del rival.

Alba: Se las vio con otro viejo rockero como Jesús Navas, donde ninguno de los dos salió claramente ganador, ya que se anularon mutuamente. En todo caso, el Barcelona acabó siendo el favorecido de esta anulación mutua.

Pedri: Sigue siendo algo paranormal lo que está haciendo este chaval de 18 años. No es normal jugar con esa tranquilidad partidos de tanta presión. Su talento parece que no tiene un listón y que cada día que pasa ofrece más versatilidad si cabe. Lástima que en una jugada desafortunada tuviera que pedir el cambio por molestias en el tobillo derecho.

Messi: Firmó otro partido para enmarcar. Gol y asistencia. Son números de un auténtico genio. 19 goles en La Liga y 38 marcados al Sevilla. Su pase a Dembélé, dejándolo solo, ante la maraña de rivales, y su extraordinario gol, en un compendio de talento y ambición, demuestran que el argentino aún cree en LaLiga.

Dembélé: Koeman le pidió más eficacia al delantero francés y a la segunda que tuvo ante Bono no falló. Dio desequilibrio y profundidad, sacrificándose mucho en defensa a la hora de realizar la presión alta. Un partido sobresaliente de Ousmane, que está viviendo su mejor temporada desde que está en el Barcelona.

CAMBIOS:

Araújo: Entró en el minuto 66 por Piqué con la intención de ir cogiendo ritmo de competición, pero se tuvo que retirar poco más de quince minutos después al resentirse de su tobillo izquierdo. Se marchó muy enfadado.

Ilaix Moriba: Que un juvenil entre en el campo con esta actitud es una grandísima noticia. En su primera acción casi le quita el balón a Bono y poco después le da un taconazo a Messi para que se marche solo ante el portero.

Umtiti: Entró en el campo para sustituir a un mermado Araújo. Cumplió en los diez minutos que estuvo en el terreno de juego.

Braithwaite: Puso ganas y quiso hacer muchas. Como siempre, se quedó a la mitad de todo.