A la Eurocopa con un recital

La Selección volvió a escribir un episodio dorado en su historia sellando el pase para la Eurocopa de 2022. España venció con galones a Azerbaiyán y logró su objetivo de estar entre las potencias del viejo continente. Estarán las mejores 16 selecciones y España será una de ellas. ¿Por qué no soñar con lograr algo grande? Es el quinto gran torneo que va a disputar La Roja de manera consecutiva. Por algo será.

España tenía una final en Bakú y lo bordó. Ni el sistema ultradefensivo de Azerbaiyán, con cinco jugadoras alineadas en defensa, lo evitó. El equipo nacional estuvo metido en el encuentro desde el primer instante, como ya es habitual. No hubo descanso y no se dio un balón por perdido. Cada día es más vertical el equipo. España sabía que había que mandar, y así lo hizo desde el inicio: Mariona, Aitana, Alexia, Esther, incluso la defensora Mapi, casi jugando de extremo… El rival no tenía respiro.

No fue hasta el minuto 21 cuando se abrió el marcador. Esther envió al balón a la red tras un gran centro bajo palos de Mariona. Lo más complicado estaba hecho. Ahora tocaba disfrutar. Lo hicieron y mucho. La delantera del Levante, otra vez solo tres minutos después, remató de cabeza a placer un centro desde la izquierda de Guijarro. La granadina no había dicho todo y anotó también el tercero y el cuatro. Póker de goles en poco más de 10 minutos que refrentaron el buen momento que atraviesa la Pichichi de la Primera Iberdrola.

Jenni no iba a faltar a la fiesta. Aprovechó un nuevo los descuidos de la zaga azerí para sumar el quinto y el sexto. El partido se fue al descanso sin que la guardameta Misa, que debutaba, tocara el balón. España bajó de marcha pero aún así Mariona logró el séptimo con una falta directa. Jenni, el octavo y el décimo. Las jóvenes Navarro e Eizagirre ampliaron el marcador. Esther y Jenni, que superó a Vero Boquete como máxima goleadora de la Selección (41 tantos frente a 38), dijeron la última palabra.

El trabajo de España se vio recompensado con el regalo de la Euro. Un regalo más que merecido después de una fase de clasificación impoluta. España no tuvo ni un pero. Tienen el futuro en sus botas.