Haaland devora a los centrales y si no miren lo de Diego Carlos al verle venir

La noche fabulosa de Haaland ante el Sevilla alcanzó su momento cumbre en la jugada del segundo gol del Borussia Dortmund. Todo lo hizo el noruego y todo lo hizo bien. La distancia entre líneas del Sevilla, provocada por el miedo de la defensa a que Haaland le ganara la espalda, originó un hueco en el que recibió libre. Giró, condujo y soltó en el borde del área. Diego Carlos no salió a anticipar y optó por recular. Pero más significativo resultó su renuncia a chocar para detener el desmarque final del punta del conjunto alemán. Haaland, con un toque certero, superó después a Bono.

El alcance del partidazo de Haaland tiene más mérito por ser ante un Sevilla cuya bandera es la solidez. Koundé y Diego Carlos forman una de las mejores parejas del continente, pero no ofrecieron ninguna respuesta al recital físico, técnico y goleador del jugador escandinavo. Estuvieron totalmente superados. Es el 'pánico Haaland' que persigue a todos los defensas del mundo.