Otro gol de Djuka y la seguridad de Mariño acaban con el Málaga
El Sporting sufre para lograr los tres puntos frente a un rival que planteó un partido muy intenso pero se encontró con una férrea defensa local.
Un nuevo gol de Djurdjevic dio los tres puntos al Sporting ante un Málaga que jugó una gran primera parte, dominó más el partido pero no acertó con sus oportunidades mientras que los gijoneses sí, con una de las escasas que tuvo.
El Málaga es uno de los mejores equipos a domicilio y en El Molinón salió a demostrarlo desde el saque inicial poniendo cerco a la portería defendida por Mariño hasta el punto de que los primeros cuatro minutos se jugaron en las inmediaciones del área local.
El Málaga estuvo a punto de adelantarse en el marcador en un lanzamiento desde fuera del área de Rahmani al que respondió Martiño con una espectacular estirada que evitó el gol ante la estupefacción de los malagueños.
El Sporting respondió con una rápida contra que dejó a Manu García al borde del área desde donde probó a sorprender a Dani Barrio, portero gijonés y formado en Mareo que defiende la portería del Málaga y que respondió bien al disparo de rojiblanco.
Mediada la primera parte el Sporting comenzó a sacudirse el dominio andaluz y se acercó con más peligro a la portería rival aunque la defensa y el portero visitantes estuvieron muy atentos a cualquier acción.
Antes del descanso el Málaga gozó de otra ocasión, aunque esta tal vez sin querer cuando Quintana cabeceó hacia atrás un córner y el balón salió a escasos centímetros del poste ante la cara de susto del guardameta sportinguista.
El Málaga no aprovechó las ocasiones que tuvo en la primera parte y se encontró con un gol en contra en el minuto dos de la segunda tras una gran acción del lateral Guille Rosas que entró driblando en el área y se sacó un gran centro para que Djurdjevic marcase a placer ante la pasividad de los centrales.
Con el gol el Málaga se fue decididamente al ataque en busca del empate y volvió a encerrar al Sporting en su campo aunque los gijoneses se defendían bien y cuando tenía el balón tratada de tocar para que los minutos fueran pasando y buscando alguna contra.
El árbitro pitó un penalti por mano de Babin, pero tras consultar el VAR revocó su decisión ya que se ve claramente que el central rojiblanco tiene los brazos completamente pegados al cuerpo.