Guardiola sacó el conejo de la chistera en Ipurua en la 2018-19
El Valladolid llegaba ahogado al partido y respiró con dos goles en el descuento que le dieron la vuelta al gol de Orellana. La pasada campaña Kiko Olivas se lesionó en Eibar
No hay muchos precedentes de visitas del Real Valladolid a Ipurua en Primera División, sólo dos, concretamente en las dos últimas temporadas y fueron totalmente distintas, pero en ambas Guardiola tuvo mucho que decir, consiguiendo gol en los dos partidos, aunque sin duda el de la 2018-19 fue trascendental e inolvidable.
Aunque la campaña iba más avanzada, jornada 28, la situación era similar para y el descenso acechaba en aquel momento a los blanquivioleta, con Sergio pasando por uno de los momentos tensos de su estancia en Valladolid, aunque con una diferencia clara con el momento actual, aquel equipo se veía mucho más fuerte y compacto que el actual.
El conjunto castellano llegaba a ese partido con 26 puntos, sólo uno por encima del descenso, mientras que los de Mendilibar con 35 puntos miraban más hacia arriba que hacia abajo. Los de Sergio acumulaban cinco derrotas y un empate en los seis partidos anteriores y el agua del descenso les llegaba al cuello.
El partido comenzó igualado, sin mando claro aunque con ligera iniciativa para los armeros que finalmente se veía traducida en el gol de Orellana en el minuto 54, algo que hacía aparecer los peores augurios, y fue así hasta que llegó el descuento; penalti que señala en el 91’ Medié Jiménez por derribo de Dimitrovic sobre Óscar Plano y que provocaba el pánico en la grada vallisoletana, ya que esa campaña se habían fallado hasta cinco penaltis entre Copa y Liga. El italiano Daniele Verde pateó y marcó empatando el choque 1-1.
Pero la fiesta blanquivioleta estaba por desatarse. Guardiola hizo la jugada de su vida, arrancando desde lejos, dejando a Ramis por el camino y con sutil toque batió a Dimitovic para poner el gol de la victoria 1-2 en el 93'. Ese fue el primer gol de Guardiola con el Valladolid y en Primera División y también fue el partido 350 de Mendilibar en Primera. Esa victoria fue oro, ya que abrió la puerta de la tranquilidad que cristalizó en la penúltima jornada con la permanencia lograda en Vallecas. Mendilibar dispuso un once en aquel partido con Dimitrovic, Rubén Peña, Arbilla, Ramis, José Ángel, Jordán, Cucurella, Pape Diop, Cahrles, Orellana y Sergi Enrich (también jugaron Escalante, Cardona y De Biasis), mientras que Sergio formó con Masip, Moyano, Kiko, Calero, Nacho, Keko, Anuar, Míchel, Alcaraz, Guardiola y Plano (también jugaron Verde, Unal y Antoñito).
La pasada campaña, el partido fue bien distinto, empezando por el resultado, ya que el Eibar se impuso con claridad 3-1. El gol lo marcó Guardiola también, pero fue tras fallar un penalti y recoger el rechazo. En ese partido, celebrado tras el confinamiento ya nada había en juego, pero será recordado por la mala suerte de Kiko Olivas que se lesionó y aún hoy sigue recuperándose de ese problema.
A estas dos visitas en Primera hay que sumar tres en Segunda, con dos victorias del Pucela y una derrota. La más cercana fue en la campaña 2005-06 y el resultado fue 0-1 con gol de Víctor, mientras que en la campaña 1992-93 con Saso en el banquillo, el Real Valladolid ganó 1-2 con tantos de Alfonso y Amavisca. Esa campaña el Real Valladolid logró el ascenso de la mano de Felipe Mesones en el recordado partido de Palamós.