Ochotorena deja la Selección, le sustituye José Sambade
El preparador de porteros, que rescinde de manera amistosa su contrato, formó parte del cuerpo técnico campeón del Mundo y dos veces de Europa.
Ochotorena, que durante todos estos años ha combinado su trabajo en el cuerpo técnico de la Selección con el Valencia, inició su ciclo con La Roja en la fase de preparación de la Eurocopa de Portugal 2004. Desde entonces no se ha perdido ninguna cita relevante de selecciones: Mundial de Alemania 2006, Mundial de Brasil 2014, Eurocopa de Francia 2016 y Mundial de Rusia de 2018, además de los tres torneos en los que se proclamó campeón.
José Manuel Ochotorena (Hernani, 1961), amante de la literatura deportiva, tiene material para escribir un best seller. De porteros, por supuesto. De experiencias de vida, también. Luis Enrique era el séptimo técnico con el que trabajaba en la Selección Española. La cifra asciende hasta 19 en el Valencia. Allí empezó con Rafa Benítez y ahí sigue con Marcelino. Entre medias, Quique, Óscar Fernández, Koeman, Voro González, Emery, Djukic, Valverde, Pellegrino, Nico Estévez, Pizzi, Nuno, Neville, Ayestaran, Prandelli, Marcelino, Celades y Javi Gracia. Lo dicho, un best seller.
A la Roja llegó en 2003. Le reclutó Iñaki Sáez. Le llamó, curiosamente, por recomendación de Julen Lopetegui, que era su preparador de porteros, cargo que dejó un año antes de la Eurocopa de Portugal para iniciar su andadura como entrenador en el Rayo Vallecano. Además de con ellos, Ochotorena ha estado con Luis Aragonés, Vicente Del Bosque, Fernando Hierro y Robert Moreno. Y con él han trabajado bajo palos en fases finales desde Iker hasta Kepa, pasando por Cañizares, Aranzubia, Palop, Valdés, Reina, Sergio Rico, De Gea o Unai Simón.
Ochotorena, premio Zamora con el Valencia en 1989 (25 goles en 38 partidos) y mundialista en Italia'90, fue portero por querer ser como Iribar. Después admiró a Arconada y compitió con Zubizarreta. Los tres marcaron una época en la Selección. La continuidad en la portería es algo en lo que Ochotorena siempre ha creído. Lo entiende como sinónimo de proyecto. Así sucedió con Iker Casillas, que se mantuvo fijo inclusive cuando José Mourinho no le ponía en el Real Madrid.