Bustos y Matic comienzan la cuenta atrás
El asturiano ya entrena solo cinco días después de ser operado en su muñeca izquierda y el croata ocho después de sufrir una rotura de fibras en un muslo
Álvaro Bustos y Bernardo Matic no quieren perder un solo día y su objetivo es aprovechar la semana sin partido de liga para acelerar su recuperación y tratar de llegar a estar disponibles en el partido frente al Laredo del 21 de febrero. En el caso del asturiano parece bastante factible, mientras que en el del balcánico, aunque todo vaya hacia el mejor de los escenarios posibles, lo más probable es que la rotura de fibras en el recto anterior de su pierna derecha le obligue a esperar al menos una semana una semana más.
En el entrenamiento de esta mañana, mientras que los que fueron titulares ante el Leioa hacían trabajo regenerativo en el gimnasio y los suplentes del domingo jugaban partidillos en campo reducido, Bustos y Matic se calzaron ya las botas de tacos y se pusieron a las órdenes de José Ángel Gutiérrez, el recuperador del equipo. Más intensa fue, como es lógico, la sesión del extremo izquierdo que, aunque trabajó con la prevención mental comprensible del primer día en el campo tras la operación, no tenía más limitación que una férula protectora en su antebrazo izquierdo. Si logra superar unas posibles reserva mentales, los médicos le darán permiso para jugar dentro de dos semanas, ya que su único riesgo sería que una mala caída obligara a recolocar las fijaciones recién insertadas en la cirugía.
La lesión de Matic es, en ese sentido, más traidora. Una rotura fibrilar, grado I-II, obliga a cumplir unos protocolos de tiempo para no correr demasiado riesgo de recaída. Más tratándose del recto anterior, en la parte delantera del muslo, que es un músculo clave en el gesto más habitual de un futbolista, el golpeo del balón. El objetivo más realista parece que el central croata esté a disposición de Solabarrieta para el partido en Lasesarre, frente al Barakaldo, del 28 de febrero.