"Era una utopía desbancar a Sergio Ramos o a Varane..."

Philip Lienhart (24 años) abandonó el Real Madrid en 2017. Desde entonces, juega en el Friburgo pero en cada entrevista le preguntan por su experiencia en Chamartín. Este viernes, en una entrevista en T.online, volvió a rememorar sus años en la Casa Blanca. Lienhart llegó al Real Madrid en 2014, cedido una temporada por el Rapid de Viena. Aunque se habló de que se incorporaría al Castilla, finalmente jugó toda la temporada en el Juvenil A. El año siguiente, el club blanco adquirió su pase la temporada siguiente y Zidane lo subió al Castilla. Debutó con el primer equipo de la mano de Benítez en el infausto partido de Copa en Cádiz, en el que jugó 12 minutos. Mes y medio antes había sido convocado por primera vez para un partido de Liga contra el Levante. Lienhart se entrenó esporádicamente con el primer equipo —estuvo en las sesiones previas a la final de Cardiff— y en 2016 realizó la gira de pretemporada por Norteamérica.

El portal "Transfermarkt" dice que ha sido dos veces ganador de la Liga de Campeones con el Real Madrid. ¿Le preguntan sobre eso a menudo?

Para ser honesto, solo ustedes, los periodistas. De lo contrario, casi nadie lo sabe (risas).

De 2014 a 2017 estuvo en el Madrid. ¿Cómo es estar en el vestuario con los mejores del mundo?

Fue un momento extremadamente emocionante. Cuando llegué, me recibieron muy bien en el vestuario. Había un ambiente agradable, amistoso y abierto. Cristiano Ronaldo también me habló desde el principio: se me acercó y me preguntó cómo estaba, qué idiomas hablaba y de dónde venía. Fue increíble poder entrenarme con los mejores del mundo.

Zidane también fue su entrenador en el Castilla. ¿Cuáles son sus recuerdos de él?

Lo conocí por primera vez en el vestuario cuando se presentó como nuestro entrenador. Tiene un carisma y un aura increíbles.

¿Qué hace tan especial a Zidane?

Es extremadamente comunicativo y se acerca a los jugadores. Te fijas en él: quiere mejorar a cada jugador. Y cuando recibo un consejo de Zidane, naturalmente trato de implementarlo el doble de rápido (risas).

¿Cómo se ve un consejo suyo?

Por ejemplo, me dijo que como defensa central siempre debería jugar rápido. Encontrar al jugador mejor posicionado para conducir el balón con solo unos pocos toques. Pero también recuerdo otra historia notable.

Diga…

Practicamos tiros libres una vez después de un entrenamiento, pero nadie marcó. Entonces Zidane agarró el balón y lo metió en la esquina en el primer intento. Entonces supimos lo que estaba pasando (risas).

¿Llegó a tener esperanzas de asentarse en el primer equipo?

Para mí como defensa muy joven era una utopía desbancar a Sergio Ramos o Varane, ya lo he podido valorar de forma realista. Pero me llevé mucho de esa época, deportivamente pero también en términos de desarrollo personal. Para mí, entonces era importante conseguir un entrenamiento de alto nivel. En el Friburgo encontré el lugar ideal para desarrollarme más. También con un gran entrenador que me moldeó.