Mendizorroza, territorio comanche para el Pucela
El Real Valladolid solo ganó una vez en casa del Alavés en Primera, hace más de medio siglo. El último triunfo en Segunda, en 2015.
Alavés y Real Valladolid llegan al choque de esta noche necesitados de un triunfo que disipe, si no sus dudas, por lo menos sí su dinámica reciente de resultados. Atendiendo a los precedentes, lo cierto es que los blanquivioletas lo tendrán complicado, puesto que Mendizorroza es un estadio que no se le da nada bien. No en vano, no ganan allí en Primera desde hace más de medio siglo, siendo el triunfo de la temporada 1954-55 el primero y único en la máxima categoría.
Bajo las órdenes de Lluís Miró, el Pucela se impuso por 1-4, merced a los goles de Carlos Ducasse, que anotó un doblete, Lasala y Lasuén. Posteriormente, ha vuelto en ocho ocasiones, cosechando dos empates y seis derrotas; la última, el pasado curso. El conjunto entonces dirigido por Asier Garitano dio cuenta de los vallisoletanos con un contundente 3-0, desdibujando a los de Sergio González a través de los goles de Joselu, Pina y Lucas Pérez.
Aunque apenas han transcurrido 15 meses, varios son los cambios que se verán esta noche en el Real Valladolid. Masip repetirá bajo palos, pero sin Moyano, Salisu, Olivas y Barba, la zaga será completamente nueva. Míchel y Alcaraz podrían volver a participar, como Toni o Plano, no así el lesionado Sergi Guardiola. Ünal, Sandro, Porro o Anuar, el resto de participantes, ya no visten la blanquivioleta, por lo que más de la mitad de los que jueguen serán nuevos.
Volviendo a los precedentes, estos son más favorables en Segunda, donde los pucelanos se impusieron en seis ocasiones al Alavés, aunque, ciertamente, empataron una y cayeron otras seis. La última victoria en Mendizorroza data de mayo de 2015, cuando los goles de Roger Martí y Jonathan Pereira sirvieron para vencer por 0-2 en la jornada 41 de la Liga. De aquel encuentro queda aún un superviviente, eso sí, en el cuerpo técnico: Álvaro Rubio, que jugó los 90 minutos.