La Torre de Babel perica
El Espanyol cuenta en sus filas con hasta ocho extranjeras con siete nacionalidades distintas. Hay representación de países como Rusia, Japón, Colombia y Paraguay.
El Espanyol femenino se ha convertido en una auténtica Torre de Babel, con jugadoras criadas en las distintas canteras catalanas, pero también de medio mundo. Un cambio radical para este curso que de momento está estabilizando al equipo blanquiazul en la zona media de la tabla. En la plantilla, con la llegada esta semana de la sueca Nicole Odelberg Modin, ya hay ocho jugadoras foráneas de hasta siete nacionalidades distintas.
De las tres porteras, dos de ellas proceden de otras competiciones. La estadounidense Kelsey Dessey, de 25 años, ha participado en diez encuentros, aunque ahora ve como la argentina Vanina Correa, de 38, se ha recuperado de su operación de peroné y le podrá competir el puesto en la meta. La internacional con el país sudamericano pudo jugar dos partidos antes de ese contratiempo.
En la línea defensiva, el equipo de Rubén Casado cuenta con Dulce María Quintana, de Paraguay y de 31 años, que ha participado en 12 encuentros del campeonato, en varios de ellas siendo una de las jugadores sustituidas. También la joven colombiana Manuela Vanegas es una de las fijas atrás, y ya suma 16 partidos disputados. Ambas ya estuvieron el curso pasado en el equipo blanquiazul. De hecho, Vanegas llegó en enero.
En ataque, la mezcla de países es notoria. Al margen de la jugadora sueca, destaca la japonesa Maya Yamamoto, que suma 17 encuentros. Su aportación es mayor que el resto de sus compañeras. Marianela Szymanovsky, argentina, ha jugado diez, mientras que la rusa Navadazhda Karpova solamente acumula dos partidos jugados.