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VALENCIA

Las pautas que exigió Lim para fichar a Ferro, Oliva y Cutrone

El Valencia da por cerrada la ventana del mercado de enero con tres refuerzos más Piccini y no está prevista la salida de ningún otro jugador más allá de la de Sobrino al Cádiz.

Cutrone, Ferro y Oliva, a su llegada a Valencia.
David González y Alberto Iranzo

El Valencia baja la persiana al mercado de enero con la llegada de Christian Oliva. El club ni va a realizar más incorporaciones ni tampoco tiene previsto ninguna otra salida más allá de la de Rubén Sobrino. El Valencia se refuerza con Patrick Cutrone, Ferro y Oliva, además del regreso de Cristiano Piccini. Así Javi Gracia se queda con una plantilla de 25 jugadores más la presencia del canterano Yunus.

El Valencia con las incorporaciones de Oliva (24 años), Cutrone (23) y Ferro (23) refuerza su plantilla y cumple las directrices que impuso Peter Lim a la hora de acometer fichajes en el mercado de enero. Los refuerzos tenían que tener menos de 25 años, sin historial de lesiones en el último año, procedentes de clubes europeos y, la más importante, a coste cero, sin opción de compra obligatoria y con unos salarios que se ajustaran a la ficha que dejó de pagar por el traspaso de Kondogbia.

El club refuerza dos de las posiciones que había pedido desde verano Javi Gracia, central y pivote, y con la entrada de Cutrone y la salida de Sobrino (salario por salario) se aumenta la competitividad en la delantera en opinión de los técnicos del club. En general se da por hecho que la sola presencia de tres caras nuevas en el vestuario, una por puesto, implicará un plus de presión a todos los futbolistas de la plantilla por mantener su estatus o ganarse el puesto. Además, como esperaba Gracia, no se ha movido a ninguna pieza básica de la plantilla en este mercado de enero. En los últimos días el Elche y el Alavés han preguntado por Jason, aunque la voluntad del jugador es la de seguir en el club de Mestalla y así será.

El Valencia de Peter Lim se ha reforzado tras un año en blanco. La última cara nueva que entró por el vestuario fue la de Alessandro Florenzi, que llegó a finales del mercado de enero de 2020 en calidad de cedido de la Roma. En este mercado de enero el club se comprometió con Gracia a que le llegarían refuerzos y, aunque a última hora, el navarro empezará mañana a preparar el partido contra el Athletic con Ferro, Cutrone y Oliva (aunque este último quizás no pueda incorporarse hasta el miércoles al grupo por las 48 horas que exige el protocolo covid).

Ferro, con el que el Valencia ya mantuvo contactos en verano y que ha estado todo el mes de enero pendiente de que el Benfica diera luz verde a su salida, llega en un momento en el que la defensa está entre alfileres por las lesiones de Diakhaby y Mangala y el ‘fantasma’ de sanción a Hugo Guillamón. El central, curiosamente, pese a que solo ha jugado 7 partidos en las cuatro competiciones en las que ha participado hasta la fecha el Benfica, viene de jugar los 90 minutos en el encuentro del pasado 25 de enero contra el Nacional.

La incorporación de Chirstian Oliva, un jugador con el que el club empezó a tener contactos a principios de enero, cuyo representante es el mismo que el del rojiblanco Torreira, jugó ayer los 90 minutos en el duelo del Cagliari contra el Sassuolo, que acabó en empate a uno. De los tres refuerzos, el centrocampista uruguayo es el que más participación ha tenido en su club en la presente temporada (11 partidos). Su presencia dará alternativas a Gracia en el centro del campo e inclusive también en el lateral derecho (Daniel Wass). A su vez, canteranos habituales en las convocatorias como Koba o Esquerdo recuperarán protagonismo y minutos en el filial de Óscar Fernández.

Cutrone, por su parte, ha sorprendido gratamente por los resultados físicos de su revisión media y también por las ganas y ambición con la que ha aterrizado en el Valencia. La vía Cutrone, que estuvo sobre la mesa en verano cuando a priori Lim iba a dar luz verde a reemplazar con otro delantero la salida de Rodrigo Moreno, se reactivó en paralelo a las novias que le salían a Rubén Sobrino, por el que preguntó el Alavés y que finalmente ha recalado en el Cádiz.

En la operación Cutrone ha tenido que ver la voluntad del Wolverhampton y de su entrenador Nuno, principalmente a la hora de asumir parte de su ficha. Pero la llegada de Willian José le cerraba puertas al italiano, un jugador que el club inglés confía en que se revalorice en Mestalla. Por su parte, Cutrone asume su llegada a Valencia como una reválida para demostrar las virtudes que llevaron a pagar por él 22 millones al Milán.