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REAL SOCIEDAD

La Real espera que el punto de Villarreal sea como un punto de inflexión

El equipo txuri-urdin recuperó sensación haciendo un buen partido y obteniendo premio en su última acción de ataque. Volvió a fallar la eficacia.

La Real espera que el punto de Villarreal sea como un punto de inflexión
JOSE JORDANAFP

No podía ser tan injusto el fútbol con la Real Sociedad. Una cosa es meterte en una racha insoportable de dos victorias en los últimos 17 partidos. Y otra bien distinta no permitirte siquiera empatar un encuentro en el que el rival sólo te ha tirado una vez entre los tres palos (ni una sola ocasión en la segunda parte), mientras tu equipo monopoliza el balón y se empacha a buenas oportunidades de gol, pero una vez más con la puntería mirando más a la luna que hacía donde debe apuntar. No, no podía ser tan injusto el fútbol. Aunque estuvo cerca de serlo. Pero no lo fue. Y los txuri-urdin lograron en el Estadio de la Cerámica un punto de justicia poética. Aunque la sensación de que debió haber vuelto con los tres a Donostia es imposible quitársela de la cabeza. Todo empezó mal en Villarreal.

Imanol apostó por Illarramendi, dándole galones desde el principio y sus primeros minutos en liga tras su grave lesión, y al mutrikuarra se le notó porque aún está falto de ritmo. De una jugada a favor de la Real llegó una transición del Villarreal, el propio Illarra no llega a hacerle la cobertura a Monreal, y el centro de Rubén Peña rechazado por la defensa de la Real lo agarra Parejo desde la frontal y fusila literalmente a Remiro, que nada puede hacer. Ni había dado tiempo a sentarse en la grada a algunos de los suplentes. Parecía mentira. Después de una semana complicada, con muchas críticas al equipo, centradas sobre todo en el trabajo de Imanol, todo se ponía más negro. Pero el Villarreal en vez de oler la sangre, lo que hizo es desaparecer en ataque y limitarse a hacer un buen trabajo defensivo. Mérito de la Real, que lo encerró en su área en 45 primeros minutos muy bien jugados, pero sin colmillo. Y sin eso es difícil salir airoso en Primera. La Real volvía a jugar muy bien, pero de nuevo le fallaba la definición. Coleccionó ocasiones para todos los gustos, hasta un balón que se paseó por línea de gol. Pero nada. Otra vez aquello de qué bien juega la Real de Imanol, pero... Esta película ya nos la conocemos. Y sabemos cómo acaba. Demasiados partidos en esta mala racha en los que la Real ha sido superior al rival, pero no acaba ganando o puntuando.

¡Qué injusto es el fútbol a veces con algunos equipos! En la segunda parte, el agobió cesó un poco, porque entre otras cosas las dudas empezaban a aflorar en los jugadores. Muchos partidos sin ganar, y eso merma la confianza de cualquiera. Pero entonces apareció Isak. Cazó un balón suelto dentro del área y... ¡gol! Respiro aliviado en Imanol... y de todo el realismo, Era el desenlace lógico a lo planteado por los dos equipos, al esfuerzo que hicieron. Pero estuvo cerca de volver a liársela parda. Sin embargo, esta vez el fútbol demostró que algo de justicia poética todavía le queda. Y menos mal, porque sino se le venía otra semana complicada para Imanol. Pero el punto, aunque pueda parecer poco, vale oro. No aplaca la mala dinámica del equipo realista, pero sí sirve para agarrar con más confianza el futuro, que falta nos va a hacer.